La Crónica.../ Murió en París Pamela de Surmont...

AutorNicolás Sanchez Osorio

Murió en París Pamela de Surmont, la segunda esposa del inolvidable Emilio Azcárraga Milmo. Su fallecimiento pasó inadvertido en México: Sic Transit. Gloria Mundi.

Pasó inadvertida en México la muerte de Pamela de Surmont, quien fue la segunda esposa de Emilio Azcárraga Milmo. Pamela murió el pasado 4 de abril y su cuerpo fue cremado en la Iglesia de Auteuil, donde Paul Dupuy, su segundo esposo (de quien también ya se había divorciado y con quien tuvo dos hijos: Alexis y Ciryl), pronunció una muy sentida oración fúnebre.

Los chicos estuvieron ahí al igual que dos de las tres hijas que Pamela y Emilio procrearon durante sus poco más de cinco años de matrimonio: Sandra y Arianne. Paola, la mayor de las hermanas, murió a principios de 1980 en París. Sandra, actualmente casada en segundas nupcias, vive en Los Angeles, desde donde voló para despedir las cenizas de su querida madre. Arianne hizo lo mismo desde México, donde radica con su esposo, Alejandro Casar Aldrete, y ocupa la vicepresidencia de Investigaciones de Televisa, donde ha participado en forma importante en el cambio de imagen de la empresa que fundó su abuelo paterno.

La muerte de Pamela deja un gran vacío. Durante los años que vivió en México, al lado de Azcárraga Milmo, conquistó a la sociedad mexicana. Francesa, elegante, refinada, con un gran estilo y bellísima, había escogido una casa en Las Lomas, a donde se cambiaron después de su primer hogar, en un departamento de las calles de Guadalquivir, del par de edificios gemelos que había construido el arquitecto Mario Pani en lo que era el inicio de una nueva moda: vivir en departamentos y no en casas solas. Pero Pamela prefirió vivir a "la antigua" en una casa, y fue el arquitecto Arturo Pani, hermano de Mario, famoso por sus mansiones, quien se encargó junto con ella de la decoración de la nueva casa de la pareja, donde hasta el nombre de la calle era acorde al espíritu de Pamela. La residencia se encontraba en la calle Palacio de Versalles. Arreglada con obras de arte y mobiliario de París, la pareja tenía mayordomos de guante blanco. Todo era perfecto en las reuniones organizadas por Pamela: Plata de Ortega, porcelana de Severos, cristalería de Saint Louis, flores por doquier en arreglos que ella misma preparaba, servicio a la francesa (pasando las viandas por la izquierda). Primero, los invitados de honor. Hasta el último, el señor de la casa. A muchos "machos" mexicanos, acostumbrados a que las esposas les sirven primero a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR