Fricasé/ Crecimiento vs. pobreza

AutorEl Abogado del Pueblo

Una comisión de juristas mexicanos acaba de regresar de Chile, y aunque su propósito fue constatar los avances que este país ha logrado en materia jurídica con los juicios orales -cuya implementación en México pudiera ser un avance para lograr la administración pronta y expedita de la justicia-, nuestros enviados pudieron apreciar de pasadita la pujanza de la economía chilena y sus notables progresos hacia el Primer Mundo.

Como hecho adrede, cuando allá en Santiago dejaban caer la quijada nuestros compatriotas, aquí en México, el artífice de este "milagro" económico dictaba una magistral cátedra en la nueva Escuela de Administración Pública de la Escuela de Graduados del ITESM.

Se trata de Hernán Buchi, Ministro de Planeación y Ministro de Hacienda en Chile, ex Presidente de Consejo del Instituto para la Libertad y el Desarrollo, y ex candidato presidencial chileno en 1989.

La cátedra de Buchi -y aquí es donde uno desearía que nuestro Presidente fuese un poco aficionado a la lectura, aunque ello resultase contrario a su recomendación para vivir feliz- versó sobre las políticas públicas que ayudan a combatir la pobreza con efectividad.

Es decir, sobre lo que puede hacer un gobierno, en los hechos y ajeno a la demagogia, para mejorar el nivel de vida de sus clases marginadas.

Para que su cátedra no quedara en puro güirigüiri, Buchi se apoyó en un estudio del Banco Mundial realizado durante cinco años en 185 países (www. worldbank.org/research) el cual es demasiado extenso para resumirlo aquí.

Pero, para picar su interés, lectores, comenzaremos con el final: qué es lo que perjudica a los pobres. ¿Qué es lo que los hace más pobres? La respuesta: altas tasas de interés e inflación.

¿Cómo, entonces, combatir efectivamente la pobreza? Muy sencillo, con crecimiento económico.

No "redistribuyendo" la riqueza, no con políticas paternalistas, no con subsidios, no con controles de precios, no con altas tasas de impuestos para el sector productivo, no con protecciones arancelarias, no reservándose el sector energético para el Gobierno, no promoviendo y protegiendo monopolios y oligopolios, no expropiando ingenios y menos tolerando y fomentando la violación del derecho a la propiedad.

El único camino hacia la prosperidad se llama "crecimiento".

Dijo Buchi: "El ingreso para los pobres crece uno a uno con el desarrollo total. Esta generalización de la relación entre el ingreso de la quinta parte de la población miserable y el crecimiento en el PIB es...

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