El Coyote Inválido

¿Y ahora, quién podrá defendernos?

Si ya vieron los anuncios del PRI y del PAN que están saliendo en "la tele", de seguro que habrán pensado lo mismo que este Coyote. Está tan malo el pinto, como el colorado.

Los priyistas dicen que estamos de la tiznada, y que todo es culpa del "gobierno del cambio", pero se les olvida que la situación actual es producto de los 70 años de friega que nos acomodaron.

Y los panaderos piden que no detengamos el cambio, pero po's...¿Cuál cambio, raza?

VENANCIO EL ALBURERO

Este chiste, de blanco color, me lo mandaron casi al mismo tiempo el buen Juan Carlos Sánchez y Jesús González, de la racilla chambeadora del Taller Enlaces.

Po's a'i tienen ustedes que el pela'o aquel, que era originario de Galicia (España), pero llevaba ya varios años viviendo en México, era el blanco favorito de los albures de sus amigos.

Y aquel día, cuando estaba en la cantina, uno de sus camaradas aztecas le preguntó...

- Oye, Venancio, échame la mano...¿Sabes tú qué número sigue del doce?

- ¡Anda, macho! (exclamó el hispano) Si seréis ignorante, después del doce, sigue el trece.

- ¿Trece? Pues...¡El "cuquis" te reverdece!

Al ver que otra vez había sido albureado por sus amigos, de volada buscó la manera de vengarse.

Entonces, cuando recién llegaba otro de los de su grupo de amigos, le preguntó...

- ¡Ea, Pancho! Echadme la mano...¿Sabéis tú qué número sigue del doce?

- ¡Hombre! (contestó ingenuo el otro) ¿Po's cuál va a ser? ¡Después del doce sigue el trece!

- ¡Josú! Po's ya no me acuerdo bien...¡Pero como que te sale yerbita por el trasero!

ERA EL CUERPAZO DEL DELITO

¡Con la Prócora nunca se sabe, mis chavos!

Digo, la verdad es que el siguiente chiste, que sale al aire por cortesía del "Intocable" Cabriales, no me pareció nada pelangoche, pero a lo mejor a la viejilla regañona sí.

Ojalá pudiera hacer que los coscorrones les tocaran a mis fieles colaboradores...

Po's a'i tienen ustedes que al pela'o aquel, que ya estaba medio "peloteado por la vida", se le ocurrió que sería una buena idea inscribirse a un club nudista...¡Quería andar en canicas!

Nomás que, como sabía que su esposa era más persignada que Doña Prócora en persona, antes de tomar una decisión, primero quiso conocer su opinión y le preguntó...

- Oye, Maclovia...¿Qué crees tú que pensarían los vecinos si me vieran desnudo?

Observándolo de arriba a abajo, la mujer contestó con tono de desprecio...

- ¿Que, qué pensarían? Bueno, a lo mejor pensarían...¡Que me casé contigo por tu...

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