A Corto Plazo/ BBVA-Bancomer
Autor | Samuel García |
Bancomer, el segundo banco más importante del país, decidió que no podía continuar sólo en el negocio y se mostró dispuesto a compartir o incluso a ceder el control con un socio de mayor tamaño.
Esta decisión del banco que preside Ricardo Guajardo causó la mayor expectación que se recuerde en el mundo financiero mexicano, probablemente desde los días de la privatización de la banca en 1991.
La pregunta que ha flotado todos estos días en el ambiente es ¿Qué causó que un banco del tamaño y la trayectoria de Bancomer tuviera que recurrir a una decisión de esta naturaleza?
La respuesta se puede simplificar de esta manera: Al igual que muchos otros bancos mexicanos y cientos de accionistas bancarios, Bancomer y sus accionistas resintieron el incesante golpeteo de la crisis desatada en 1994 que mermó drásticamente su salud financiera, consumió su capital y ahora reclama inyecciones importantes del mismo para competir en un entorno agresivamente más globalizado.
Por ello es que no extraña que hombres como don Eugenio Garza Lagüera finalmente se hayan decidido por la vía de buscar capital fuera del grupo de accionistas. No hay que perder de vista que la decisión de los principales accionistas de Bancomer también tiene dos lecturas: Una, que no están dispuestos a meter más dinero fresco al banco después de las experiencias de los últimos cinco años y de la perspectiva inmediata para el negocio bancario; y dos, que -más allá del origen del capital- prefieren la ruta del capital fresco y el menor riesgo posible en esta nueva etapa en la que entraría el banco una vez que la asamblea de accionistas del grupo financiero apruebe la recomendación del consejo de administración.
De Put's, Filtraciones y Medios.
La operación entre Bancomer y los españoles del BBVA siempre estuvo "amarrada". Ayer el consejo de administración sólo confirmó esta decisión. Si bien es cierto que públicamente se dio a conocer que ambas instituciones habían firmado una carta-compromiso de compra-venta, también se sabe que más allá de la formalidad del compromiso, detrás existía una operación de "put's" (derecho de vender a un precio previamente pactado) que había firmado con anticipación el BBVA con los mayores accionistas de Bancomer y que obligaba al grupo mexicano a concretar la operación. De allí que el costo del rompimiento con el grupo español era muy alto.
Y es que la decisión de buscar un acuerdo con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria era una decisión tomada en la esfera de...
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