Corren a Semis

AutorDaniel Zazueta

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BERLÍN.- La línea entre la epopeya y la tragedia es tenue en el futbol. Roberto Ayala pasó de ser el prodigio que ocasionaba la debacle alemana, en el primero que dio el paso del triste tango de Argentina, que salió del Mundial al caer en penales ante Alemania.

"El Ratón", anotador del único gol de la albiceleste, le mandó el balón suave al salvador Jens Lehmann, quien sólo recostó. Después vendría Esteban Cambiasso a dar la última nota del acordeón. Sobre él estaba la presión de ir perdiendo y un estadio convertido en un búnker teutón; arriba en el palco, Franz Beckenbauer y la primera ministra Angela Merkel, vestida de rojo, se daban un abrazo.

El DT Jurgen Klinsmann ofreció un juego ofensivo antes del duelo, pero a sus pupilos les fue muy difícil superar el orden pampero y acabaron más agotados que el rival. En la zaga, sobre todo Arne Friedrich, sufrió demasiado con la gambeta de Carlos Tevez.

El partido realmente empezó en el segundo tiempo, con una Argentina con mayor posesión de balón que en el juego contra México y mejor eficacia en el ataque. La testa del milagroso Ayala hizo que la avasalladora mayoría germana se silenciara en el Olympiastadion.

"Nos pusimos adelante y Alemania estaba sufriendo el partido, Argentina era superior, quizás la dificultad más grande eran los centros aéreos, que los estuvimos controlando bien", declaró el técnico José Pekerman.

Pero a Alemania le basta a veces una jugada para igualar un partido en el que es superado por el toque del rival, y esa salió de la pierna de Michael Ballack, quien mostró su única virtud de la tarde, al poner, tras cobrar una falta, un centro que pasó por Borowski y dejó el destino en manos de...

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