El coronavirus cambia sus vidas
| Autor | Daniel de la Fuente |
Veo a mi familia un poquito cansada. Tengo una niña que va a cumplir 1 año y un niño de 5, y sí me da tristeza que no pueda salir y, cuando llego, entro muy cansado y no tengo el tiempo suficiente para jugar con él".
Reynaldo Lara es infectólogo en el Hospital Universitario y, desde marzo, sus jornadas por la pandemia del Covid-19 son extenuantes. Basta verlo en su rostro marcado tras quitarse un momento el cubrebocas y la careta.
Él y su esposa decidieron llevar a sus hijos con los abuelos paternos a Matehuala, para mantenerlos alejados de un contagio, sin embargo ya regresaron.
"Me quito el uniforme en la cochera, llego directo a bañarme, tengo gel antibacterial por todas partes y hasta pongo las llaves y el dinero en un recipiente con alcohol".
En esto ha consistido la vida durante casi ocho meses de la comunidad médica en el Estado.
Cynthia Ocegueda, titular del área Covid de Oca Hospital, tuvo que dejar a su hija con sus papás y su hermana para poder dedicarse a la pandemia.
"Nos hablamos por teléfono, videollamada, uno que otro fin nos vemos, pero es mínimo", expresa.
"Esto pinta para largo, mínimo para el otro verano".
MÉDICOS PARA SIEMPRE
Hoy es el Día del Médico, pero los de Nuevo León, en su mayoría, no harán algo distinto a lo de hace meses: salvar vidas y cuidarse.
Todo esto por el alto riesgo que implica entrar a un área Covid y a cualquier hospital.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud estatal, más de mil 520 miembros de la comunidad médica se han contagiado y 51 han perdido la vida.
Sin embargo, el médico Jair García-Guerrero, quien abrió el Facebook "Médicos para Siempre Monterrey", considera que al menos 70 médicos han fallecido por Covid.
Ante esto, muchos decanos se hicieron a un lado para dar paso a los más jóvenes, de ahí que casi todos los médicos al frente de la lucha son menores de 40 años.
"Nosotros somos los que ahora estamos en la trinchera, pero ellos (los decanos) son los que están moviendo filas", afirma Álvaro Camero, infectólogo de Tec Salud y responsable del área Covid de la delegación del ISSSTE e ISSSTELEÓN.
Camero y su esposa, internista, dejaban a sus tres hijas con familiares para alejarlas del riesgo, pero como la pandemia se ha extendido decidieron que regresaran y extremar precauciones.
"Antes, mi hija de 4 años corría a abrazarme y la detenía porque debía bañarme. Ahora me pregunta: '¿Ya te bañaste? ¿Te puedo abrazar?'".
No fue el caso de Jackie Herrera, anestesióloga del Oca y otros...
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