Coordenadas / De patos y toallas

AutorEnrique Quintana

¿Cuál es el margen de maniobra que tiene el actual Gobierno para realizar reformas que permitan dar sustentabilidad al crecimiento económico?

Los mercados ya digirieron el hecho de que Fox es un "pato cojo" y están a la espera del próximo cambio de administración.

La afirmación anterior se ha vuelto común desde hace algunos meses en los mercados financieros y fue referida la semana pasada por el diario Financial Times, al entrevistar a Vitali Meschoulam, estratega de HSBC para América Latina.

Otro experto, el norteamericano George Grayson, especialista en temas petroleros, fue más cruel y usó la expresión "pato muerto", en el mismo artículo del diario británico.

En la jerga política norteamericana se habla de un "pato cojo" cuando un Presidente o un Jefe de Gobierno tienen completamente limitados sus márgenes de maniobra.

En algunos sistemas, sobre todo de carácter parlamentario, cuando el Jefe de Gobierno pierde el respaldo del Congreso se ve obligado incluso a convocar a elecciones anticipadas para configurar una nueva alianza que permita la gobernabilidad.

No lo digo porque piense que eso tendría que hacerse en México, sino para ilustrar cómo en otros sistemas políticos se percibe la gravedad del problema de que haya un Presidente que ya no logre consensos.

Por cierto que en el caso de México, de acuerdo a las preferencias electorales que los sondeos de opinión revelan, el resultado de unas elecciones anticipadas dejaría un Congreso esencialmente igual al que hoy tenemos.

Por otra parte, también la semana pasada Guillermo Ortiz, Gobernador del Banco de México, se refirió a lo que también se dice, sobre todo en círculos empresariales mexicanos: que no debemos "tirar la toalla" ni resignarnos a que en esta administración no se vaya a efectuar ninguna reforma realmente estratégica.

Lo que dice Ortiz con su expresión boxística es lo deseable en un mundo en el que México se rezaga cada día más respecto a sus competidores. Sin embargo, lo que dicen los expertos como los que cita Financial Times deja de lado los buenos deseos y más bien interpreta la realidad política, en la que no se ve viable ninguna reforma fundamental.

Hay dos maneras de encarar este asunto.

Algunos lo que han planteado es que lo mejor que puede esperarse de esta administración es que simplemente no vaya a hacer tonterías, refiriéndose sobre todo al manejo fiscal.

Existe la impresión de que la autonomía que tiene la Secretaría de Hacienda bajo el mando de Paco Gil es tan...

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