Cony De Lantal / Los nuevos hornos...

AutorCony De Lantal

¡Qué emoción! Nos siguen abriendo restaurantes a mil por hora y esta semana recién salió del horno o, mejor dicho, recién entró al horno el Lingote, pues lo montaron dentro del Horno 3 de Fundidora, y por otro lado el Kyo que ya está jalando en el Hotel Camino Real de Valle Oriente.

Detrás del Lingote está Memo Nájera, el del Granero, y ya con eso es garantía, además de que el lugar tiene un atractivo muy especial por estar precisamente en este horno de Fundidora convertido en museo, el que por cierto también está fregón. Un acierto de Raúl Gutiérrez, al que hay que brindarle un merecido reconocimiento por el trabajo que hizo para acondicionar ese espacio.

El único inconveniente es que es un vía crucis para llegar al restaurante. Primero porque no es sencillo encontrarle la entrada y, segundo, porque está ancasa la tostada de cualquier estacionamiento. Ellos mismos te dicen que el más cercano es el del río, pero aún así estás a una distancia de dolor de juanete, con una rampa mataviejitos en el camino y con el Jesús en la boca por lo oscuro e inseguro que está el mentado río.

En cuanto a lo gastronómico no hay bronca, el Lingote tiene todo para encantar a la gente con sus ricos cortes de carne, respaldados por el Granero, pero lo que sí va a tener contra corriente es esto de la estacionada, porque no tan fácil te animas a salirte de tus rumbos para venir a dejar tu carro en la boca del lobo y luego fletarte un maratón entaconada... y aquí sí que no hay manera de aplicar la técnica Madrazo para hacerle chanchullo al recorrido.

Y aun y después del Fórum, que se supone que recuperamos otros estacionamientos como el de la Cineteca, como quiera te echas el bofe, porque quedas a no menos de 300 ó 400 metros del restaurante. Y no quiero ni pensar en los días de lluvia o de frío, que no tardan en llegar.

Y aunque por lo pronto parece que Memo ya trae el plan de meter valet parking en el río, va a necesitar mucho más que eso. No sé, debería estar pensando en iluminación y carritos de golf para llevar a sus comensales, porque si no se le van a fundir antes de llegar al horno.

Pura escenografía...

El otro restaurante nuevo, el Kyo (Fusión Oriental) del Hotel Camino Real está padrísimo en ambientación, pero malísimo en servicio. Y lo curioso es que se les ve mucho personal, entre capitanes, hostess y abundantes meseros, ¡pero no dan una!

Yo creo que con tanto restaurante que han abierto aquí últimamente, ya anda escaseando el material y entonces...

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