Cony Delantal / Ni se te ocurra volver

AutorCony Delantal

¡Válgame, no me imaginaba que fueran tan rencorosos en el Sport City!

Si dejaste de ser socia, ni se te ocurra regresar algún día de visita, porque en lugar de invitada te van a tratar como apestada.

Hazme favor, si eres una perfecta extraña, el pase de invitado te cuesta $275, pero al momento que te piden identificación y detectan que ya fuiste socia, te ponen cara así como de "ora sí vas a sufrir por habernos dejado" y ¡tómala!, la cuota de bienvenida te la suben a $600, incluyendo recargos por ingratitud y despecho.

Y yo que juraba que me iban a recibir con los brazos abiertos por haber sido clienta por tanto tiempo, pero resulta que es al revés volteado. ¡Qué hijo pródigo ni qué nada!

De veras que eso va en contra de las escrituras, y no me refiero a las divinas, sino a todas las que se han hecho de marketing y servicio al cliente. ¿Qué no se supone que es una magnífica oportunidad para reconquistar a quien se fue y está volviendo?

Deja tú, nomás porque aquí no jala el asunto de las demandas, pero te aseguro que en Estados Unidos sí se ganaban una por discriminación.

Y yo todavía les cuestioné, en tono burlón, si el castigo me lo iban a aplicar por un año o qué rollo, y me contestaron que no, ¡que era de por vida!". Ándale tú, ¡cadena perpetua!

Yo sabía que los Harp eran muy árabes, pero no me imaginaba que también les saliera su lado siciliano... ¡al estilo de la mafia!

Un mundo aparte

Me viven pidiendo que les recomiende restaurantes diferentes, apartaditos, chiquitos, novedosos, en pocas palabras, que no sea taco con lo mismo. Pos anótale, porque ahí te voy con uno de estos lugares que te puede sacar de tu soporífera rutinita.

Creo que ya te lo había comentado alguna vez, pero me late que ni me pelaste, porque fue así nomás por encimita.

¿Te acuerdas? Es el World of Tea, que empezó como tiendita de tés a granel en la Plaza Tanarah, y pues muy mona y toda la cosa, pero de ahí no pasaba.

Ahhh, pero uno de esos días de tanta cafeína se nos alocó con la idea de montar un verdadero salón de té en ese complejo tan cosmopolitamente relumbroso que se llama Punto Central (a un costado del Campestre), pero yo creo que, a la hora de la hora, se les pasó la mano y les quedó todo un restaurante en forma, de maneras muy europeas, dedito alzado y aposentos de velour.

Échale tantita fantasía y cruzas el charco. Con esa decoración palaciega de mobiliario victoriano, toques del barroco francés y la vista fugada hacia ese moderno edificio de fuentes y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR