Cony Delantal / El culinario seductor...

AutorCony Delantal

El fondue tiene un encanto muy especial. Ese queso deleznable, desmenuzado y fundido, que se disfruta sumergiendo trozos de pan en una olla calentada por mechero, fomenta la convivencia y armonía familiar en torno a una mesa, o bien detona las pasiones en otra.

Entrelaza miradas, chispa flirteos, arranca delirios guturales y, en ocasiones, llega hasta la comicidad con el chocar accidental de los pinchos. Es un juego divertido con tintes de seducción, y lo mejor de todo es que involucra al paladar.

Por alguna razón que no comprendo, los fondues no se han arraigado en Monterrey. Van y vienen junto a los restaurantes que los han llegado a ofrecer. Finalmente pocos han permanecido en los menús regiomontanos.

Hoy parece que la esperanza renace. Llegó el Lanx a la plaza Paseo Tec de Garza Sada, un restaurante con acentuación mediterránea que le apuesta con fundamento de sabor a este tema de los fondues.

Yo fui feliz. Realmente les quedan sensacionales, pero ¿acaso mencioné que la magia de este platillo va más allá de lo meramente gastronómico?, porque el hechizo se rompe si el entorno no es el adecuado.

La espigada estructura que soporta el recipiente de un fondue se lleva de maravilla con una mesa baja, tipo lounge, mejor aún si es redonda, presta a reunir a los comensales en torno a ella, facilitando a su vez el ataque desde arriba.

Por eso, si tu prioridad es ir a gozar de este platillo, en pocas palabras avivar la llama con queso, pan y vino, deberás escoger la zona del Lanx que cuenta con estas características (...que a mi juicio les quedó chica y un tanto desangelada).

No vayas a cometer la misma burrada que yo. En las dos ocasiones que estuve aquí, una en plan familiar, bastante montonero, y la otra pujando por una velada íntima, me fui a sentar en las mesas tradicionales. Craso error, el fondue no le falló al paladar, pero sí incomodó las maneras.

La película romántica se me desarrolló como en disco pirata: Se atoraba a cada rato. De por sí mi marido entrega puro amor sancochadito, ahora imagínate esos frugales momentos truncados insistentemente por la pérdida de estilo, consecuencia de lidiar con este platillo en una mesa que no se presta para eso. Párate, siéntate, saca la silla, mete la silla... y recomponte el atuendo con cada intento de alcanzar el fondue, peligro y le muestras el ídem a la concurrencia.

Peor aún si vas en bola, con niños y hasta la suegra. Eso se convierte en una batalla de lanzas con punta de hogaza, en la que a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR