Controle las emergencias

AutorRodolfo Sánchez

La "mala educación vial" se transmite y se ha transmitido de generación en generación. Y así seguirá mientras no funcionemos como agentes del cambio. ¿No cree que ya estuvo suave el ser testigos de tanta muerte por accidentes viales en las calles y carreteras?

Con esto no estamos diciendo que a través de la educación vial "per se", ya se van a eliminar los accidentes y choques mortales. Pero sí nos daría estadísticas más positivas en cuanto a las consecuencias derivadas de los mismos. ¿Qué no daríamos nosotros los padres de familia para salvar la vida de nuestros hijos?

Pues hay mucho que podemos hacer desde ya mismo. Como decía, las emergencias no avisan, se presentan en forma por demás sorpresivas, en el lugar y en el tiempo menos esperados.

Y como dice el dicho popular, más nos vale que nos agarren confesados. En el argot vial sería: más nos vale que nos agarren entrenados para reaccionar en consecuencia.

No podemos esperar hasta que la vida y la experiencia nos enseñen, pues en el caso de la manejada, la experiencia es la más cara de las maestras y además es un riesgo, igual que en un juego de ruleta rusa.

Es mejor estudiar, aprender y practicar con suficiente anticipación. Tal como hacemos con una carrera profesional. Lo único es que aquí la carrera se llama "educación vial", o que es lo mismo "Cómo no matarme manejando".

De manera que he aquí las siguientes recomendaciones para enfrentar algunas emergencias: Es preferible chocar contra algún objeto suave que uno sólido. Ejemplo. Prefiero chocar contra un alud de tierra que contra un poste o un camión.

Si voy conduciendo en una carretera por mi carril derecho en forma normal y de repente veo que un carro que viene al frente...

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