Contrapuntos / El zapatismo a 10 años: ¿movimiento vigente?

AutorHéctor Eusebio González Chávez y José Luis Prado Maillard

Héctor Eusebio González Chávez

Es un movimiento triunfante en el sentido de haber hecho saltar las máscaras de una democracia supuestamente representativa que ha sustituido la voluntad de los ciudadanos por la de las burocracias de los partidos de una sociedad que se dice humanista.

EL AUTOR es miembro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en Nuevo León.

El movimiento indígena zapatista es un movimiento político triunfante en el sentido de haber hecho saltar las máscaras de una democracia supuestamente representativa que ha sustituido la voluntad de los ciudadanos por la de las burocracias de los partidos de una sociedad que se dice humanista. Lo es también por haber desnudado a los "manejadores" de un Estado "soberano" que no han dudado en vender la soberanía y el patrimonio de los mexicanos; en endeudar a las nuevas generaciones con tal de mantenerse en el poder; en arrojar cada año más millares de habitantes al desempleo y de familias a la pobreza en aras de la "modernidad" globalizadora.

Y los hechos nacionales e internacionales les dan la razón. Son los dirigentes de los partidos, no sus militantes y mucho menos los habitantes, los que están debatiendo la reforma fiscal (que los desempleados paguen impuestos sobre alimentos y medicinas); si se conserva el control del petróleo y la electricidad por la nación o si se entregan a los consorcios extranjeros. Es el ingreso familiar y el patrimonio de los mexicanos lo que se está decidiendo sin que los ciudadanos lo mandaten, y sin que los gobiernos estaduales pidan cuentas de lo que se está resolviendo a nombre de sus habitantes. Esa ha sido nuestra historia: un gobierno que decide por sí, sin responder ante nadie, y un pueblo que sólo vota pero no gobierna, siempre esperanzado en que "éste sí resulte bueno".

Pero no son voces de odio ni de venganza, ni de rígidas doctrinas ideológicas las que vienen del movimiento indígena zapatista contra esta situación. Tampoco se proponen como ejemplo; no disparan balas, simplemente actúan, disparan las mismas viejas verdades; se asumen como habitantes de un país que se dice demócrata y simplemente declaran: "Está usted en territorio zapatista en rebeldía. Aquí manda el pueblo y el gobierno obedece".

Y tienen razón, si vivimos en una democracia hay que hacerla efectiva. Da lo mismo que se llame neoliberalismo, capitalismo con responsabilidad social o el "centralismo democrático" que fue tan caro a la izquierda dogmática de la posguerra. Es la rebeldía y la dignidad contra esta...

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