Cuando el contagio inicia en el templo

AutorDaniel Santiago

Cuando Estados Unidos aún no decretaba la distancia social, un pastor cristiano y su esposa en un pueblo de Arkansas, Estados Unidos, presentaron fiebre y tos.

Dos días después, ambos se realizaron una prueba para detectar SARS-CoV-19, el virus que causa el Covid-19. Resultaron positivos.

Fueron los primeros casos identificados de esa comunidad de 25 mil habitantes. La propagación del virus había comenzado.

Entre el 6 y 8 de marzo ambos presidieron cultos y estudios bíblicos, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), de Estados Unidos.

Tras una investigación de las autoridades de salud, se encontró que entre los 92 integrantes que habían acudido a los servicios religiosos, hubo 35 contagios, además de 26 personas del resto del pueblo. Murieron cuatro en total.

"Este brote subraya la transmisión potencial de SARS-CoV-2, tanto en reuniones grupales durante eventos religiosos como en la comunidad donde se insertan", establece el documento de los CDC.

Pero los religiosos no son los únicos actos que pueden detonar contagios, indica la agencia.

Hay múltiples escenarios superpropagadores (superspreader events o SSE), brotes asociados con una reunión física de un grupo de personas.

"El potencial daño de un SSE subraya la importancia de la distancia física, incluyendo evitar reuniones de grupos amplios, para controlar la propagación de Covid-19".

Otro SSE documentado por los CDC ocurrió en la comunidad de Skagit County, Washington.

El 17 de marzo, un coro se reunió a practicar durante dos horas y media. Fueron 61 personas que cantaron y convivieron sin sana distancia. Una de ellas presentaba síntomas que, después se supo, eran de Covid-19.

En total, 32 personas del grupo fueron confirmadas como positivas, tres fueron hospitalizadas y dos murieron.

"La transmisión fue fácil por la cercanía física durante la práctica y aumentada por el mismo acto de cantar", señalan los CDC.

Lo que llama la atención de estos casos es la altísima tasa de ataque, dice en entrevista Javier Ramos, infectólogo del Hospital Universitario.

Normalmente, explica, la transmisión de una enfermedad se mide con el RO (R-cero), que para el SARS-Cov-19 se ha calculado en 6.7, es decir, que una persona portadora puede llegar a contagiar a entre seis y siete más.

Pero hay eventos en los que ciertos factores disparan el índice de contagios.

"La práctica del coro duró dos horas y media. El problema es que no nada más es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR