Se consuma el Milagro

AutorSilvia Ruano

Con vestido nuevo, diadema a juego y envuelta en una cobija azul, la pequeña Milagros se despidió ayer al mediodía del Hospital No. 25 del IMSS.

Y como el primer día, cuando dejó el vientre de su madre en coma, llevaba los puños de las manos bien cerrados, como para continuar su lucha por la vida.

La batalla fue difícil para la bebé cuando llegó al mundo en condiciones tan complicadas: Su madre tuvo un embarazo de alto riesgo, en competencia permanente con un tumor cerebral, que fue interrumpido dos meses antes de tiempo.

Irma Milagros Guadalupe Rodríguez Alvarado, hija de Pedro e Irma, apenas pesaba 1 kilo 200 gramos cuando nació el 11 de enero. Pocos consideraron la posibilidad de que pudiera salir adelante.

Irma murió, pero fue como si su espíritu se hubiera quedado con su bebé.

"Ella nunca se rindió, siempre quiso ser mamá y lo logró", dijo ayer un nervioso Pedro, feliz de llevarse a su pequeña, por fin, a casa.

Mientras el papá firmaba los papeles para completar los trámites y dejar el hospital, Martha Oralia López, la abuelita materna de la niña, recogía las pertenencias de su nieta, incluida la fotografía de Irma que desde el primer día acompañó a la bebé primero en su incubadora de cuidados intensivos y después en la cuna 241 de cuidados intermedios.

"Ya nos vamos, mamá, ya nos vamos", le dijo cariñosa Martha Oralia a la niña mientras le colocaba las calcetas y le pasaba un cepillo por el escaso pelo.

"Estoy contenta, pero también me siento triste", expresó Juana Rosalinda Moreno, la enfermera que cuidó por las mañanas a Milagros durante los últimos 24 días de su estancia en el hospital, ya afuera de cuidados intensivos.

"Yo descansé el domingo y ayer (lunes). Cuando menos me esperó para despedirse", agregó.

Con las enfermeras se reunieron también médicos, afanadoras, familiares de pacientes e inclusive personal de cuidados intensivos que subió al segundo piso para despedirse de su paciente predilecta.

"Es un auténtico milagro", comentó Angelina de la Peña, pediatra intensivista del hospital. "La niña luchó, salió adelante y los resultados están a la vista; ahora tiene los cachetes grandes y hasta papada".

La diferencia es tremenda si se considera que hoy Milagros pesa 1 kilo 50 gramos más que cuando llegó al mundo.

Ayer pesó 2 kilos 250 gramos y, de acuerdo con el último registro, la bebé mide 52 centímetros.

"Ahora está como una niña de tiempo completo", explicó Alfredo Rangel, pediatra al cuidado de la niña.

Es decir que Milagros...

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