Para conocer las cuatro 'C'

AutorBeatriz Velasco

Ya sea un diminuto engarce para un anillo de compromiso o como pieza principal de un collar antiguo o una corona real, el diamante posee cualidades físicas que a lo largo de la historia lo han hecho uno de los lujos e incluso patrimonios más valorados por la humanidad.

Los Joyeros expertos cotizan las piedras en función de aspectos conocidos como “las cuatro C” promocionadas en campañas publicitarias por la compañía de Beers, que corresponden a los términos ingleses:

“C” de color, color

“C” de clarity, claridad

“C” de carat, quilate - peso

“C” de cut, corte

- Del corte depende el brillo de la pieza, por eso es el primer y más importante aspecto. Mientras más facetas o caras tenga la gema, mayores reflejos de luz dará y más alto será su precio.

- El grado de claridad se evalúa considerando el número de impurezas, manchas o fisuras que el diamante tiene.

- En cuanto al color, lo mas valorado es su ausencia, es decir, la transparencia. Una ligera pigmentación amarilla, roja, verde, gris o negra demerita el valor económico de una pieza.

- El peso se mide en quilates. Los diamantes más grandes son escasos y su valor monetario es elevado.

Mas allá del lujo

Redondo, ovalado, rectangular, en forma de lágrima o pera, el diamante no sólo ha sido empleado como artículo suntuario por las casas de joyería, algunas variedades de menos valor se han empleado en trenes de perforación o en la talla de vidrio.

Capaz de realizar cortes limpios sobre cualquier superficie de cristal, el...

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