'Un conflicto es inevitable'

WASHINGTON.- El choque de un avión espía estadounidense y de un avión de combate chino representa la primera prueba seria que el Presidente George W. Bush debe enfrentar, pero también significa para Pekín la elaboración de nuevas relaciones sino-estadounidense, estimaron ayer expertos y comentaristas estadounidenses.

Pese a las promesas de diálogo, intercambiadas el mes pasado en la Casa Blanca entre Bush y el Viceprimer Ministro chino, Qian Qichen, las relaciones entre Pekín y la nueva Administración republicana se encuentran tensas.

"Un conflicto con China es evitable, pero a falta de esfuerzos activos para manejar lo contencioso, incidentes menores podrían desembocar en una crisis", considera Bates Gill, un experto en relaciones sino-estadounidenses de la Brookings Institution.

Bush, aunque no ocultó su irritación ante la voluntad de Pekín de utilizar este asunto, a pocas semanas de una decisión que debe tomar sobre la liberación o no a Taiwán de material de guerra ultramoderno, se esforzó por demostrar paciencia y no enconar el asunto.

Desde su llegada al poder, la Administración republicana decidió reorientar su política con respecto a China. Esta decisión fue recibida como la adopción de un tono más firme de Washington con respecto a las violaciones de los derechos humanos en el país asiático.

Por otro lado, la situación se volvió más tensa por el arresto en China de investigadores sino-estadounidenses. La reorientación de...

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