Compartirá su milagro con regiomontanos
| Autor | Vicente Guerrero |
Hace seis años, la libanesa Nohad Shamí estaba desahuciada; los médicos que atendían su cáncer de garganta ya no podían hacer nada, y le sugirieron ir a casa a esperar el mortal desenlace.
La enfermedad atrofiaba su columna vertebral, lo que la mantenía sin moverse y sin la posibilidad de salir de cuidados intensivos.
Era muy devota de San Charbel Majluf, primer santo libanés, a quien dirigía todas sus oraciones para verse curada; en cierta ocasión tuvo la visión de que este monje de la Orden Libanesa Maronita se le apareció para advertirle que sería aliviada de sus males.
"Hija mía, te vengo a hacer una operación", recuerda la mujer de 66 años que le dijo el santo. "No, Padre Charbel, usted no me puede operar, ¿y dónde? Yo necesito un milagro".
Sin abundar mucho en cómo fue el procedimiento -en el que, dice, le ayudó Santa Rita de Cascia-, San Charbel abrió los costados de su cuello; sintió mucho calor y un cansancio cuando "se le extrajo" el cáncer que le aquejaba.
Tuvo una visión de la Virgen María, junto a otros personajes, entre ellos San Charbel, que le pedían que bebiera agua, mientras ella les decía que no podía hacerlo. Ella sintió que una fuerza la enderezaba y la apoyaba bien y pudo tomar el vaso.
Bebió y se dio cuenta de que movía la mano izquierda que estaba paralizada; ya tenía movimiento, se puso de pie, llamó a su hija y a su esposo Semaan quien, al verla de pie, se desavaneció.
Las llagas de esa "operación" permanecen, y supuran y sangran cada jueves, por ser el día en que tuvo la visión y fue curada.
Desde entonces, Shamí, madre de 12 hijos, recorre el territorio libanés y algunos países cercanos dando su testimonio de fe y el hecho prodigioso sobrenatural que ella dice haber experimentado.
Esta es la primera vez que sale de Líbano y es México la tierra que pisa por invitación del Pbro. Rodolfo Villarreal Martínez, de la Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y María, en El Uro, que el sábado 8 de julio realizará un retiro espiritual de sanación en honor de San Charbel.
Una sencilla mujer
Shamí es una mujer campesina, que acompañada por su esposo Semaan, ahora se dedica a cumplir la misión de ir predicando la misericordia de Dios y exhortando a la oración.
Segura de que algo sobrenatural y divino ocurrió en ella, a través de la aparición de San Charbel, la mujer viene a la ciudad a dar su mensaje de armonía en el mundo con la oración.
"San Charbel me pidió que todos los días 22 de cada mes hiciera una misa celebrada...
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