Colin Firth: El perfecto caballero inglés

AutorAlberto Ramírez

La categoría de Mejor Actor de este año apunta a convertirse en un épico cuento de realeza en el que un monarca inglés obtiene su corona por "derecho divino".

Colin Firth es el favorito para ganar la estatuilla dorada gracias a su papel como el inseguro y atormentado Rey Jorge VI, quien detrás de su tartamudeo esconde su traumático pasado, en una época en la que su país necesitaba de una firme voz que lo guiara en la cinta El Discurso del Rey (2010).

Sin embargo, su virtual triunfo no es obra de la casualidad.

Resulta curioso que hasta el año pasado, Firth y Óscar habían tenido una relación indirecta pero cercana.

El actor participó en las cintas El Paciente Inglés (1996) y Shakespeare Apasionado (1998), las cuales ganaron el premio a Mejor Película.

Entre sus parejas cinematográficas se encuentran Gwyneth Paltrow (Shakespeare...) y Renée Zellweger (El Diario de Bridget Jones, 2001), ganadora y nominada a Mejor Actriz, respectivamente, por las películas en las que alternó con ellas.

El año pasado despuntó con su trabajo en A Single Man (2009), gracias al cual tuvo su primer contacto directo con los premios de la Academia al ser nominado como Mejor Actor.

Hoy todo apunta para que a sus 50 años corone su carrera con el Óscar a Mejor Actor por un trabajo impecable que lo obligó a sufrir una transformación mental y física muy notoria.

INDUDABLEMENTE BRITÁNICO

A lo largo de su carrera, la imagen que Firth ha dado al mundo es la de un caballero inglés moderno, siempre elegante, serio, humilde y, sobre todo, elocuente y con un amplio vocabulario.

De hecho, en una entrevista para la revista Now Toronto, explica que una de las mayores recompensas de ser actor es el estar en contacto con un lenguaje diferente y complejo.

"Lo maravilloso, el don de mi trabajo, para mí, es que tengo la oportunidad de poner en mi boca un lenguaje que es increíblemente complejo y bellamente concebido. Ejercita mi mente. No lo he escrito -no tengo esa habilidad-, pero realmente apropiarte de las habilidades de otra persona y tratar de incorporarlas a tu persona puede elevar tu propia vida", asegura el actor.

Sin embargo, Firth deja de lado esto en El Discurso del Rey.

A pesar de estar basada en eventos reales, la cinta altera un poco la historia con fines dramáticos, lo cual acentúa su actuación.

El tartamudeo del noble es mucho más extremo en la cinta de lo que era en la realidad.

Además, es mostrado como alguien inseguro, pero muy enérgico, cuyo impedimento del habla...

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