Colaborador Invitado / Oliver Probst: El mito de la intermitencia de las energías renovables

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El cambio climático pende sobre la humanidad como la espada de Damocles. Afortunadamente, con el Acuerdo de París firmado en el 2016 por prácticamente todas las naciones del mundo, se creó por primera vez una plataforma planetaria para la mitigación y la cooperación internacional.

México no solamente forma parte del acuerdo, sino también tomó liderazgo al crear metas específicas para la transición energética sustentable. Acciones específicas asociadas a estas metas incluyeron las subastas de energía limpia, con el resultado espectacular de alcanzar los precios de electricidad más bajos del planeta, con base en las tecnologías eólica y fotovoltaica, en el 2017.

Para poner estos resultados en contexto, un usuario industrial en alta tensión pagaría alrededor de 60 centavos por kWh, si se trasladaran estos beneficios al consumidor final, en vez de los 1.9 pesos por kWh que paga típicamente en la actualidad. En otras palabras, un costo bajo de la electricidad y el rescate del planeta ya no están en conflicto, sino al contrario, se complementan.

Al mencionar estos datos a veces se escuchan voces que señalan que "el sol no siempre brilla y el viento no siempre sopla", por lo cual la transformación sustentable "no es realista". Evidentemente, no se puede culpar a nadie que no tenga un entrenamiento formal en energías renovables y redes eléctricas por no tener una visión técnica del problema y sus soluciones. Indudablemente, el problema es un tanto complejo.

Afortunadamente, es posible resolverlo con un esfuerzo modesto, y muchos coincidimos en que el rescate del planeta vale la pena hacerlo.

Como primer acercamiento siempre es recomendable mirar hacia lugares donde se tenga más experiencia. Dinamarca ya produce más de 50% de su energía eléctrica en forma limpia, principalmente con energía eólica, y crecerá a casi 60% para el 2021. Alemania ya genera 29% de su electricidad a partir de energía eólica y fotovoltaica, además de otro 11% a partir de bioenergía e hidroelectricidad.

México, para ponernos en contexto, generó en el 2018 un todavía modesto 4.5% a partir de energía eólica y solar. Alemania, además de retirarse de manera definitiva de la energía nuclear, también llegó recientemente a un acuerdo multipartita (resultado de varios años de búsqueda de...

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