Cohete picante

AutorSineli Santos

Randy Arozarena pasó, de la noche a la mañana, a ser considerado una estrella en ascenso del beisbol en este 2020, con una temporada de ensueño con los Rays de Tampa Bay.

Su éxito viene de muchos años atrás, cuando daba sus primeros pasos en el futbol en su natal Cuba.

El beisbol llegó después por mera casualidad, pero lo adoptó como su deporte de profesión.

En 2014, tras la muerte de su padre, Arozarena se montó en una lancha y navegó por el Golfo de México hasta llegar a Yucatán, donde conoció a Guillermo Armenta, coach y cazador de talentos de Toros de Tijuana.

"Lo recibimos y hubo una sinergia entre entrenador y jugador, fue rápido el hacer el enlace y la voluntad de Randy de querer ser alguien porque él tiene un nivel deportivo.

"Randy es de esos muchachos que tienen muchas ganas de aprender para ser mejores, es una persona competitiva, que no se da por vencido, que lo que está viviendo no lo está desestabilizando emocionalmente", cuenta Armenta, en entrevista telefónica con CANCHA.

Tras la primera evaluación que recibió el apodado "Cohete cubano" de parte del director de desarrollo poco a poco se fue puliendo.

Primero, jugó con los Cardenales de San Luis, y, después, con los Rays de Tampa Bay, equipo con el que busca llegar a la Serie Mundial en este atípico 2020.

"El talento de Randy era un derroche y vinieron todas las organizaciones a verlo. Me...

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