Clausura el Papa Jubileo

CIUDAD DEL VATICANO (AFP/EFE).- El Papa Juan Pablo II cerró ayer con una ceremonia solemne y sencilla la 'Puerta Santa' de la basílica de San Pedro, que había abierto la noche del 24 de diciembre de 1999, clausurando el Jubileo del año 2000, organizado para conmemorar los dos mil años del nacimiento de Jesús.

"El Gran Jubileo nos ha ofrecido una ocasión providencial para llevar a cabo la 'purificación de la memoria', pidiendo perdón a Dios por las infidelidades llevadas a cabo en estos dos mil años por los hijos de la Iglesia", aseguró el Papa al celebrar una misa al aire libre en la Plaza de San Pedro ante una muchedumbre de cerca de 100 mil personas, según cifras del Vaticano.

Durante su homilía, el Papa subrayó que el Jubileo del año 2000 no se proponía como una suerte de "autoexaltación" de la Iglesia católica, sino al contrario como una ocasión para tomar conciencia de "los propios límites y debilidades".

"Hoy se concluye oficialmente este año extraordinario, pero quedan los dones espirituales que en él se han prodigado, continúa aquel gran 'año de gracia' que Cristo inauguró en la sinagoga de Nazaret y que durará hasta el finde los tiempos", afirmó el Pontífice.

Antes de iniciar la misa, el Papa había orado arrodillado a la entrada de la 'Puerta Santa', vestido con una casulla color oro, tras lo cual cerró las dos hojas de la enorme puerta, que se fueron juntando lentamente hasta romper el reverencial silencio de la ceremonia.

Un caluroso aplauso siguió mientras el coro de la Capilla Sixtina entonó cantos alusivos. El Papa, plegado y con el rostro serio, caminó luego hacia el atrio de la iglesia desde donde celebró una misa seguida de un "Te deum" como conclusión del Gran Jubileo.

La puerta, por la que pasaron a lo largo de los 379 días de Jubileo cerca de 25 millones de peregrinos y que permanecerá cerrada hasta el 2025, estuvo abierta hasta las tres de la madrugada de manera que los creyentes pudieran cumplir con el rito de atravesarla para obtener la indulgencia plenaria, según la tradición católica.

Diez creyentes provenientes de México, Estados Unidos, Ucrania, Congo, Oceanía y Japón decoraron los marcos de la puerta con flores, velas e incienso, tal como fue hecho en ocasión de la...

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