Cisnes de fantasía

AutorAlejandra Martínez y Luis López

Por el peso que tiene en el repertorio clásico tradicional, "El Lago de los Cisnes" es un reto que el Ballet de Monterrey superó anoche en su función de estreno de temporada en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad.

La agrupación regia consiguió trasladar al público, que llenó el recinto, a la atmósfera fantástica de este gigante del ballet en la versión de Luis Serrano sobre la original de Marius Petipa y Lev Ivanov.

En contraste con la característica juventud y el constante movimiento de los elementos de la compañía, la puesta mostró la experiencia de quienes la soportan a nivel técnico y artístico, el equipo de responsables compuesto por Lourdes Gómez, María Elena Martínez y su director artístico, José Manuel Carreño.

Su trabajo se tradujo en una tarea escénica muy bien asimilada por sus integrantes, un cuerpo de baile uniforme y coordinado que puso en evidencia el cuidado de los detalles finos.

Desde que abrió el telón, la escenografía y el vestuario del elenco transportaron inmediatamente a los espectadores a los patios del palacio en un primer acto que enmarcó con tino el pas de trois de los aldeanos, con Deborah Rodríguez, Brian Ruiz y Lissi Báez.

Tanto Báez, bailarina principal, como Rodríguez, solista, lucieron precisas y ligeras en sus respectivas variaciones, al tiempo que Ruiz, demi solista, se mostró a la altura de sus compañeras en esta escena en que los campesinos deleitan con danzas al Príncipe Sigfrido por alcanzar su mayoría de edad.

Después de recibir una ballesta como regalo de cumpleaños de la Reina, representada por la recién retirada Andrea Juárez, el Príncipe, a cargo del primer bailarín Jonhal Fernández...

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