Cine en su Casa / Desatadas

AutorRoberto Villarreal

Alma Llanera

Galavisión, 09:00 hrs.

1964. México/Venezuela. Dir.: Gilberto Martínez Solares.

Una historia de amores condenados al infortunio enmarcada por el auge petrolero en la Venezuela de antaño. Dos hombres compiten por el amor de una mujer que está enamorada, naturalmente, de uno de ellos.

El rechazo del padre de ella al que ha seleccionado y la enemistad que surge entre los hombres da lugar a un argumento interesante. Bien filmada por el maestro Martínez Solares en los tiempos cuando Venezuela era todavía un mercado del cine nacional; antes de la prepotencia actual; antes del retorno de los gorilas.

El Criollo

Galavisión, 11:00 hrs.

1944. Dir.: Fernando Méndez.

Cuarta película en la filmografía del excelente artesano Méndez, futuro realizador de "Los tres Villalobos" (1954) y "El vampiro" (1957), por mencionar unas cuantas.

Sucede en los tiempos de la Guerra de Independencia (¡vaya!, finalmente el programador le atinó a la fecha que se avecina para conmemorarla), donde el capitán Francisco Díaz de Mendoza (Roberto Silva, cantante que era primo de David Silva, en su segunda cinta) se entera tanto de la muerte del Cura Hidalgo, al mismo tiempo de la de su padre, asesinado. Decide ir a su pueblo para vengarlo.

En el camino se encuentra con Elena (Amparo Morillo) y su novio Rubén (Tony Díaz, villano siempre interesante) quien viaja con una prima llamada Luisa (Esperanza Issa), con la cual coquetea el hombre. No sabe que Elena, muchacha frívola, es hija de Vargas (José Baviera), asesino de su padre. Francisco llega al pueblo y ahí comienza a desarrollarse la parte pasional y resolutiva de la cinta.

Hay una secuencia estupenda donde queda establecido el carácter del asesino Vargas. Anuncia que en su nueva hacienda (la que era propiedad del padre de Francisco) se celebrará la boda de su hija. Luisa expresa su desprecio y aclara que esa hacienda era de los Díaz de Mendoza. Vargas dice "las cosas son del que tiene la fuerza". La muchacha le replica que "las cosas deben ser de quien tiene la razón", a lo que el hombre explica: "el que tiene la fuerza tiene la razón".

Por tal motivo, la condena a vivir entre sus sirvientes, ya que no puede repudiarla porque su misma sangre corre por las...

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