Hasta el cielo lloró

AutorSebastián Moreno

De pronto, el cielo se comenzó a pintar de negro, mientras ese viento que precede las tormentas comenzó a sentirse en el Estadio Tecnológico.

Parecía ser el presagio de lo que estaba por ocurrir.

Apenas unos instantes después de que el aguacero anunciaba su llegada, el uruguayo Alejandro Acosta se alzó por alto en un balón parado para conectar de cabeza un balón que se incrustó en la portería de Rayados.

El gol se anidó en el ángulo superior, pero también en el corazón de 33 mil feligreses albiazules que enmudecieron.

Ese optimismo por remontar el déficit de 3-1 en contra, ahora se transformaba en preocupación, reclamos y enojo.

"Tan pen..., otra vez a balón parado, otra vez por aire y otra vez el 'Pelón'", gritaba enfurecido un aficionado de Zona Especial.

Monterrey, que había salido encima de Puebla en los primeros minutos buscando descontar, se encontraba ahora en desventaja de 3 goles y al borde de la eliminación en la primera ronda de la Liguilla.

Sólo La Adicción seguía entonando sus cánticos y ondeaba sus banderas, pero el resto de los asistentes veían impávidos como el humilde Puebla, ése que tenía como objetivo salvarse de la quema se enfilaba rumbo a las Semifinales.

Al medio tiempo, se colocó en la cancha una oncena histórica de Rayados, pero inexplicablemente colocaron a Magdaleno Cano como lateral izquierdo, cuando jugó toda su carrera por la derecha.

La lluvia amainó a inicios del segundo tiempo, pero el control del juego no.

Puebla liquidó el partido al minuto 56 con anotación de Orlando Rincón para el 2-0. Las posibilidades de un regreso milagroso se esfumó, como lo hizo el aguacero.

El técnico Víctor Manuel Vucetich tenía a todo su arsenal ofensivo en la cancha, pero ni "Chupete"...

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