Cheers, salud, santé...

AutorStephanie Quiles

Es bien sabido que comer es uno de los placeres más grandes de la vida, y en ese acto viene intrínseco el beber.

La cerveza, bebida milenaria, aporta a este gustoso momento y ha generado su propia cultura espumosa.

Reino Unido es un ejemplo, con sus ale y su gran regalo a la bebida lupulosa: la india pale ale o su respeto por la "verdadera cerveza"; la cask ale, sin filtrar, sin pasteurizar y sin dióxido de carbono añadido, lista para beberse cuanto antes.

También están las costumbres alemanas y su Ley de Pureza Bávara (Reinheitsgebot en 1516), que dicta que la bebida se hace a partir de agua, malta y lúpulo -la levadura se descubrió después-; y sus ejemplares con base en el trigo.

Y Bélgica con esas fórmulas con alrededor de un 8 por ciento de alcohol llamadas strong ale y sus cervezas de abadía, sin dejar atrás las de frutas y toda su cultura por buscar un vaso o copa para cada estilo.

Bebe un poco de la historia aprendida en el recorrido "Around The Beer" a través de tres cervecerías de estos...

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