México Channel / Es la zona arqueológica más antigua de México
| Autor | Harry Möller |
Once siglos antes de Cristo hubo un asentamiento humano en la porción de la sierra hidalguense donde se inicia el descenso hacia el Golfo de México.
No es nuevo el dato, pero sí es sorprendente saber que se trata de la zona arqueológica más antigua de México.
En 1954, una comisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia investigó a fondo la zona y, cuatro años más tarde, dictaminó lo anterior. El cómputo de la antigüedad se realizó mediante el procedimiento del Carbono 14, trabajo en el cual colaboró la Universidad de Michigan.
El lugar explorado se llama Huapalcalco, y está en la orilla norte de Tulancingo, Hidalgo, poco después del libramiento hacia Poza Rica. Hacia el año 697 de nuestra era, Quetzalcóatl reinó aquí antes de ir al norte a crear Teotihuacán.
Para algunos expertos en etimologías, el nombre Tulancingo podría significar, en idioma náhuatl, "pequeño Tollán", o pequeño Tula, en tanto que para otros sería "tras el tular".
Lo que hoy puede verse en Huapalcalco no es nada espectacular a primera vista; sin embargo, sus muros y tableros esculpidos sugieren que en ellos se habría basado, tiempo después, la monumental arquitectura teotihuacana.
En cualquier caso, lo interesante viene a ser que el lugar es la segunda ciudad más importante del Estado de Hidalgo, después de Pachuca, a pesar de lo cual permanece en un cierto olvido.
No fue Quetzalcóatl el único gobernante distinguido que hizo escala en Tulancingo, pues dos emperadores de opereta, Iturbide y Maximiliano, estuvieron ahí unos cuantos días, con 41 años de diferencia, y ocuparon la misma habitación de la misma casa.
Por esa razón, los actuales tulancinguenses se la señalen a usted como "la casa de los emperadores"; no hay otra casa así en todo el país.
En los tiempos modernos, en 1968, Tulancingo fue seleccionado como el mejor lugar para instalar, a 2 mil 220 metros sobre el nivel del mar, dos antenas parabólicas de enorme tamaño como parte de la llamada Estación Terrena para nuestra primera comunicación espacial de voz, imagen y datos vía satélite.
No hay otro lugar en México con parábolas de tal tamaño: 30 metros de diámetro.
Tampoco hay otro lugar como Los Ermitaños, un espectacular parque construido por la Naturaleza hace muchos miles de años, que contiene en un par de cañadas casi paralelas numerosas geoformas notables por su belleza individual y de conjunto.
Hay, en apretado agrupamiento, torres y torreones, erguidos peñascos y afilados picachos que alzan sus...
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