Celina Canales / Ratas, ratitas y ratotas

AutorCelina Canales

Ser niño en México es aprender desde pequeño que para sobresalir en la escuela, en el trabajo o en la vida profesional, "el gandalla no batalla".

El gran poeta, novelista, y activista medioambiental mexicano, Homero Aridjis, cuenta que cuando estaba en secundaria, su profesor de Historia les vendió boletos de una rifa a sus alumnos.

Les prometió que entre más boletos compraran, más altas serían sus calificaciones. El número ganador, les dijo, coincidiría con el ganador de la Lotería Nacional.

Resulta que Aridjis había comprado ese número y recibió la calificación más alta. Sin embargo, como el profesor se quedó con los boletos, él nunca recibió el dinero.

Todos tenemos nuestra propia historia. El momento en que perdimos nuestra virginidad de honradez y tuvimos nuestra primera experiencia con la corrupción. El examen final robado. Copias en las tareas. El soborno al policía. Meterte en la fila.

Crecemos con frases como "con dinero baila el perro", "un político pobre es un pobre político", "no quiero que me den, sino que me pongan donde hay" y "no importa que robe, pero que salpique".

Lo normalizamos. Se convierte en parte de la cultura nacional.

Estas semanas en Nuevo León los alumnos de las mejores universidades estatales, así como de las escuelas privadas y públicas, tendrán sus exámenes finales. ¿Cuántos los pasarán transando? ¿Cuántos profesores lo facilitarán o ignorarán?

Al mismo tiempo, los nuevoleoneses exigimos cárcel a los corruptos. "¡Estamos indignados!", exclamamos frustrados con los titulares de más deudas y más robos.

Pero ¿acaso no somos como el capitán Louis Renault en la película "Casablanca"?

"Estoy pasmado, ¡pasmado de encontrar que hay juegos de apuestas en este lugar", dice Claude Rains, quien interpreta al capitán.

Suena un silbato para clausurar el café. Instantes después, llega un croupier con un fajo de billetes.

"Sus ganancias, señor".

Platicando acerca de la copia generalizada y sistematizada que existe en la mayoría de las instituciones educativas del Estado, estudiantes de preparatoria argumentan que, a diferencia de los políticos, cuando los alumnos hacen trampa "no importa porque no le hacemos daño a nadie".

¡Atención! Directores de las escuelas públicas y privadas de Nuevo León, directores de las preparatorias, y Rectores del Tec, UDEM, U-ERRE y UANL, entre otras, es urgente y primordial, antes de que aprendan cualquier materia, que sus estudiantes interioricen la ética.

De lo contrario, estaremos educando...

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