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'Las casas tronaban'

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AutorAline Corpus

MEXICALI.- En medio del caos y el temor latente tras el sismo registrado de 7.2 grados en la escala Richter, cientos de familias que viven en el Valle de Mexicali salieron en estampida en busca de lugares más seguros, alejados de la ciudad. Algunos caminaron hasta tres horas para huir de "la pesadilla".

Familias del Ejido Cucapáh Indígena y del Oviedo Mota Reacomodo relataron los momentos de angustia que sufrieron durante el movimiento telúrico.

Esta zona se ubica a sólo 26 kilómetros del epicentro del sismo, registrado la tarde del domingo en el poblado Guadalupe Victoria, zona agrícola del Valle de Mexicali, al sureste de la ciudad, localizada a unos 30 minutos del centro urbano.

Ancianos, mujeres, hombres y niños vivieron "una pesadilla" al encontrarse en medio del sismo, con agua que brotaba del suelo a borbotones y casas a medio caer, así como carreteras colapsadas.

Ante el pánico, cientos de personas pernoctaron sobre la carretera Mexicali-San Felipe y en albergues temporales.

"No habíamos vivido algo así, ni siquiera parecido. Las casas tronaban y no sabíamos si correr o llorar, por eso en cuanto pasó (el sismo), salimos con nuestros hijos y tomamos la pick up hacia la carretera, lejos de la pesadilla", dijo Isabel López López, residente del Ejido Oviedo Mota Reacomodo.

"El camino se agrietó y los carros no pudieron seguir; cargábamos a los niños porque lloraban mucho. Los míos iban orando, con sus manitas juntas, gritaban: 'Quiero vida para todos, Diosito'", recuerda López, mientras calienta tortillas y huevo con salchicha en el campamento de El Faro.

Tanto en El Faro, ubicado en el kilómetro 37 de la carretera Mexicali-San Felipe, como en la Unidad Deportiva en el kilómetro 43, las autoridades locales calcularon 3 mil 400 refugiados en campamentos improvisados, con casas de campaña y fogatas. Algunos pernoctaron en sus vehículos.

Otras familias salieron de sus casas y plantaron sus camas en el centro de su patio, con cobijas y a lado de una fogata.

López dijo que en el Ejido Oviedo algunas casas se cayeron, aunque afortunadamente muchas personas ya habían salido.

La casa de Ricardo González Morales, de 38 años, no se cayó, pero todo lo...

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