Esta semana recibí una indeseable llamada telefónica: la tercera extorsión en un periodo récord de ocho meses.
En su rápido monólogo, un hombre se presentó como un "Comandante" perteneciente a un conocido grupo armado, me dijo que alguien quería dañarme, pero que ellos iban a protegernos a mí y a mi familia y que sabían que yo era un hombre adinerado. Interrumpí su verborrea informándole que se equivocaba de persona y le colgué.
Estas extorsiones provienen siempre de teléfonos celulares que son utilizados por los delincuentes protegiendo su anonimato, quienes operan prácticamente sin riesgo y con total...