Cartas a El Norte / ¿El corrido de Bin Laden?

AutorJesús Mercado / Col. Mitras Norte, Monterrey

Arrinconado, desprevenido y desarmado, su grandeza terminó con un solo tiro a la cabeza.

El cadáver, demasiado grotesco para ser mostrado, fue arrojado al mar y hubo un funeral que no permitió visitas, en territorio del enemigo, y del que se avisó cuando ya se había llevado a cabo.

Si algo deberíamos aprender de nuestros vecinos del norte es que, para acabar con tu enemigo, primero tienes que acabar con su espíritu, burlarse...

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