Cartas a El Norte

AutorValdemar Peña Alanís, Rafael Zapata Garza, Juan Manuel Ochoa Torres, Alma Delia Chávez Rodríguez y Xavier González

Efervescencia política

Nuevo León vive de manera anticipada una efervescencia política con miras a las elecciones para la Gubernatura en el 2021.

Por supuesto, no tiene nada de malo que quienes aspiran a participar y ganar en este proceso electoral lo hagan por distintos medios.

Lo que sí es cuestionable es que desde las redes del poder se pretenda manipular a la ciudadanía de manera tendenciosa, sin tener el aval de un buen desempeño público como lo exigen los cánones no escritos de nuestro sistema político.

Ante este escenario, bien valdría reflexionar: "La burra no era arisca... ¡la hicieron!".

VALDEMAR PEÑA ALANÍS / Col. Primavera, Monterrey

El mayor contaminante

En lugar de andarle buscando tres pies al gato de la contaminación ambiental en la zona urbana de Monterrey, los funcionarios y políticos que proponen soluciones, con aparente falta de conocimiento sobre el tema, deberían volver sus irritados ojos hacia el mayor contaminante: la refinería de Cadereyta, y ver la nata de contaminación que se desprende de sus incineradores y chimeneas, sobre todo en las madrugadas.

El aire dominante en la zona es el que viene del oriente y es el que arrastra todo ese "smog" a la Ciudad.

Antes de proponer soluciones populistas o que esconden algún interés particular, y que no han funcionado en otros lugares, como la verificación vehicular y el "Hoy no Circula" en la Ciudad de México, o el "Pico y Placa" en Bogotá, debieran atacar primeramente esa fuente de contaminación.

RAFAEL ZAPATA GARZA / Col. Lomas del Valle, San Pedro

Con confianza

Notable labor la de Alfonso Romo para generar inversión, aunque quizá las acciones políticas cuenten más que las palabras.

Todo aquel que invierte es incentivado por un elemento intangible llamado confianza, mismo que se produce -o se esfuma- con nuestras propias acciones.

Corregir errores como el del NAIM, evitar el cierre de guarderías, no atar a funcionarios que se atrevan a disentir, escuchar a expertos y rectificar cuando proceda ayudaría mucho más que prolongados discursos y, entonces sí, podríamos avanzar con pasos sólidos.

JUAN MANUEL OCHOA TORRES / Ciudad de México

Transformaciones

Ya me perdí...

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