Cartas a El Norte/ No hay comunicación sin ética

Sr. Director:

El fin de mi ciclo en el noticiero "Buenos Días" y mi renuncia como director general de Televisa Monterrey generaron rumores, pero también muchísimas muestras de afecto y apoyo para decisiones personales que tomé, sin presión alguna, después de un año de estar madurando la idea de simplificar mi vida en aras de lo más valioso. Por desgracia, el ejercicio de mi vida privada está siendo puesto en entredicho por nuevos rumores, y esta vez rumores que involucran a personas que merecen y tienen todo mi afecto y mi respeto en su actividad profesional.

En esta veintena de años dedicados casi íntegramente a la comunicación, he tenido la oportunidad de conocer y entablar amistad con muchos empresarios y profesionales del rumor. Pudimos tener diferencias institucionales, pero la amistad se rige por otras reglas. Me considero en pleno derecho de hacer públicos estos afectos, tanto como lo hice cuando era ejecutivo de Televisa. No es ningún secreto la amistad que mantengo con la familia Estrada, de Radio Alegría; con los Salinas Pliego, de TV Azteca; con la familia Vargas, de MVS; con los Junco, de EL NORTE; o con Francisco A. González, de Multimedios. Sobre todo con este último, a quien debo la oportunidad de ingresar por primera vez en los medios de comunicación en 1974, en el entonces recién inaugurado periódico El Diario de Monterrey.

Muy especialmente quiero afirmar mi afecto por el Arquitecto Héctor Benavides. Los rumores que se han generado recientemente parecen querer comprometerme en una batalla inexistente contra quien es un verdadero...

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