Carretera Nacional: La ruta de la fe

AutorVicente Guerrero

Al salir de Monterrey por la zona sur, tan sólo a unos cuantos metros de la Colonia Ciudad Satélite, comienza una ruta que se extiende por unos 40 kilómetros hasta El Alamo, en Villa de Santiago, a ambos costados de la Carretera Nacional.

Estos vecinos, que tienen un interés común, el de tener un espacio dedicado a Cristo, son parte de este sendero que algunos hasta podrían llamar ecuménica, donde no importa la forma, porque el contenido esencial es el mismo.

Con el fondo de las faldas del Cerro de la Silla, la Iglesia Bautista de Monterrey despide a los paseantes y recibe a quien llega a la ciudad, principio y fin de un recorrido en el que también se encuentran otras denominaciones cristianas.

Presbiterianos, católicos, pentecostales, bautistas, o simplemente grupos que se sólo se autodenominan "cristianos", han tenido en la Carretera Nacional el lugar estratégico que ha influido para incrementar el número de sus miembros o para tener un mejor desarrollo como asociación religiosa.

El nuevo vecino en este corredor en la autopista nuevoleonesa es el Templo de Monterrey de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, el que tal vez sea el más visible de todos hasta el momento.

Seguramente que le ha llamado la atención el gran letrero que exclama: "Jesús es el Señor" de la Casa del Alfarero o la estructura redonda de color ocre de la Iglesia Bautista Berea, ni qué decir del Instituto Emmanuel.

Este es un recorrido que va desde la salida de la ciudad y hasta de El Alamo, y que consigna a esos edificios que para muchos no pasan desapercibidos.

Las razones

No todas coinciden en cómo llevar a la práctica las enseñanzas del cristianismo, pero en lo que sí encuentran un común denominador es en su imperiosa necesidad de tener un espacio fuera de la ciudad y una amplitud de terreno para sus proyectos de evangelización.

A decir de algunos pastores, ésta ha sido la motivación mayor que los ha llevado a ubicarse en ese sector y no les ha ido nada mal.

Hace 38 años, el Instituto Bíblico Berea inició actividades en el kilómetro 263 y para entonces la Carretera Nacional no era lo que es ahora, un sector que se urbaniza rápidamente.

"Este lugar era de unos estadounidenses que después donaron para que aquí se hiciera una misión y una obra para niños, así nació el Instituto Bíblico Berea y la Casa Hogar Douglas, dos instancias que trabajan por separado, pero que se complementan", señaló el Pbro. Luis David Rodríguez, director del instituto.

El...

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