Carolina López / A Hillary Clinton

AutorCarolina López

Tu fotografía en el periódico, abrazando con ternura a una pequeña niña texana, me animó a escribir estas líneas.

Se trata de un acto proselitista, me dije, pero la foto también hace evidente tu reacción natural de mujer y madre, a proteger y acoger a los niños y a los migrantes.

Hillary, antes que nada, deseo expresarte mi reconocimiento por tu destacada labor en el mundo de la política.

No hay duda que eres uno de los mejores ejemplos de la conquista femenina a espacios que antes nos estaban vedados. Precisamente, uno de los terrenos recién conquistados por las mujeres es el de la política. Importante actividad en la que has logrado incursionar exitosamente, gracias a tu espíritu de servicio y concienzuda preparación.

Junto a numerosas colegas, has demostrado que las mujeres tenemos la capacidad intelectual y la autoridad moral para enfrentar con éxito los problemas nacionales.

Desde que fuiste la Primera Dama de Estados Unidos tomaste una posición destacada en los asuntos públicos. Entre otras cosas, recuerdo cómo defendiste el plan de salud universal de tu esposo, Bill Clinton, mismo que contribuyó para establecer en 1997 la Ley de la Infancia y el Programa de Seguro de Salud y Adopción en tu país.

Y qué decir de tu entereza y valentía al enfrentar en 1998 el famoso escándalo Clinton-Lewinsky. Nada fácil manejar públicamente, como tú lo hiciste, el dolor de la esposa traicionada y la serenidad de la mujer madura y comprometida con su familia y su país.

Estoy convencida de que la fortaleza que mostraste en aquellos difíciles días fue lo que te dio el temple y el empuje necesarios para ser en el 2000 la primera mujer Senadora en el estado de Nueva York, y hoy precandidata del Partido Demócrata para contender por la presidencia de Estados Unidos.

Por eso y más, vuelvo al motivo principal de estas líneas: la fotografía en los periódicos que al mismo tiempo de mostrar tu sensibilidad hacia una pequeña niña, contrasta con tu postura a favor del derecho de la mujer sobre su propio cuerpo; esa postura radical que has mantenido por años y que llevó a monseñor José H. Gomez, arzobispo de San Antonio, Texas, y a sus obispos auxiliares, a emitir este miércoles una declaración en respuesta a tu presencia en la Universidad Católica.

"La comunidad católica y las instituciones católicas no...

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