Carolina López / El 'bien organizado'
| Autor | Carolina López |
Son usuales en el vocabulario de la gente en estos días frases como: "Esto va de mal en peor", "No se ve el final del túnel", y más.
De hecho, con sólo observar a la gente en las calles es posible descubrir lo anterior en sus miradas.
Es cierto que a nadie nos hubiera gustado pasar por esta época amarga y violenta que enfrentamos, y que éstas y otras formas de expresarnos son más que nada fruto del ambiente de inquietud y zozobra que se respira y que necesitamos desfogar de algún modo.
También es verdad que la situación actual no es producto de la casualidad o de la mala suerte, sino de algo que como sociedad hicimos mal y no remediamos a tiempo.
Pero como el "hubiera" no existe, y caer en un círculo vicioso abusando de actitudes y comentarios pesimistas es muy peligroso, pues sólo nos hundirían más, me pareció muy atinada y oportuna la idea de una amiga durante una reunión a la que asistí esta semana.
"Así como en estos días todos hablan de la 'delincuencia organizada'", nos dijo esta señora, "¿por qué no comenzar a hablar y hacer popular el 'bien organizado'?".
¿Y qué se necesita para hacerlo popular?, preguntó alguien más.
"Es muy simple", le respondió. "Se trata de que cada uno de nosotros se comprometa a hacer el mayor bien posible en cada una de nuestras acciones diarias, y así contagiar a las personas más cercanas a hacer lo mismo.
"Se trata de poner de moda, por ejemplo, la sonrisa, la cortesía, la honestidad, la benedicencia (encontrar siempre algo bueno que decir de las personas), pero también apoyar a grupos y organismos que buscan hacer el bien y apoyar a los más necesitados. En fin, sustituir el pesimismo con acciones que nos lleven a practicar valores absolutos y universales que favorecen a todos, desde no tirar basura en la calle, cuidar el agua, y ser amable y paciente frente al volante; hasta evitar caer en el morbo y la crítica destructiva".
Cuando mi amiga terminó de mencionar esta gran idea, recordé al escritor Miguel Angel Martí, que define al pesimista como la persona que impide que surja lo positivo, lo bueno, lo valioso, porque elimina de raíz su posible nacimiento. El pesimismo, menciona Martí, nos aleja de la creatividad y de la capacidad de cambiar la realidad adversa.
"Una sociedad donde predomina la mentalidad pesimista aniquila las aspiraciones trascendentes...
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