Carmen Aristegui F. / Ayotzinapa y la Casa Blanca

AutorCarmen Aristegui F.

El Presidente ha decido cerrar su sexenio con una campaña de spots y con un carrusel de entrevistas. En dos temas quiere convencer a la opinión pública: Ayotzinapa y la Casa Blanca. El efecto ha sido contraproducente.

Sus explicaciones han ofendido a las víctimas de Ayotzinapa y han generado posturas en contra de los expertos internacionales que conocen, como pocos, el expediente oficial que defiende el Presidente.

En los dos temas Peña fija posturas que van a contracorriente de información científica, periodística e incluso información oficial. Lo que ha dicho no ha hecho sino remover heridas y provocar enojos.

Peña Nieto reconoció en la entrevista con Televisa que el error más grande de su sexenio fue no haber explicado mejor el tema que involucra la posesión de una mansión millonaria financiada y a nombre de uno de sus más cercanos contratistas.

Peña Nieto trató de convencer que si en algún momento se hubiera presentado algún conflicto de interés porque el empresario amigo había ganado junto con otros una licitación millonaria (43 mil millones de pesos) para el tren México-Querétaro, ese eventual conflicto se habría disipado a la hora de cancelar la obra, según Peña, "por razones presupuestales". No mencionó que en las primeras explicaciones del Secretario del ramo se dijo que había sido "...por dudas e inquietudes que han surgido en la opinión pública".

El conflicto de interés -que sería la primera conducta, pero no la única que debería ser investigada- se dio al momento de realizarse aquello que pintaba como una licitación a modo.

La cancelación/control de daños activó tiempo después los mecanismos de arbitraje internacional, a través de los cuales China pretende cobrar a México una cantidad millonaria. Asunto sobre el cual el Gobierno saliente mucho se ha cuidado de informar a la población mexicana. Tal vez el equipo de transición tenga noticia de ello.

En el informe de 60 mil fojas que presentó Virgilio Andrade, habilitado como Secretario de Estado para investigar a su jefe, concluyó que no hubo ningún conflicto de interés o cosa por el estilo.

Sin contar los que ganó en el Estado de México cuando Peña fue Gobernador, la Función Pública determinó que los 33 contratos con los que se había favorecido al empresario de la Casa Blanca, hasta ese momento, fueron otorgados legalmente y en ninguno de ellos influyó el hecho de que el Presidente ocupara la casa del contratista...

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