Carlos Gershenson / Venezuela del Norte

AutorCarlos Gershenson

Ha habido muchas comparaciones entre México y Venezuela, también notando similitudes entre AMLO y Hugo Chávez o Nicolás Maduro.

Veamos primero la difícil situación que tiene Venezuela y después analicemos qué tan factible sería que México siga un camino parecido.

Colonias españolas, ricas en recursos naturales y biodiversidad, independencias en 1821, seguidas por inestabilidad por más de un siglo, repúblicas, predominantemente católicas, prosperidad petrolera en los 70, crisis en los 80, neoliberalismo en los 90, corrupción desmedida, esperanza de cambio... México y Venezuela comparten mucho más que lo latino y la exportación de telenovelas.

Ahora Venezuela vive una catástrofe. Más del 10 por ciento de su población ha emigrado desde que Chávez fue electo Presidente, la mayoría en los últimos dos años. Una inflación como se han visto pocas. Escasez de alimentos. Dos presidentes y dos asambleas que se disputan el poder en medio de una crisis internacional. Especulaciones sobre invasiones militares abundan, y no se puede descartar que se desate violencia armada.

Amigos venezolanos me han dicho que prefieren una intervención, pero que termine el régimen de Maduro. Lo mismo podrían haber dicho los iraquíes sobre Saddam Hussein. Pero el hecho es que sólo después de 15 años, casi un billón de dólares y más de 100 mil civiles muertos, la situación empieza a "normalizarse".

La posición actual de México es de no intervención, la cual ha sido criticada. La crisis humanitaria en Venezuela, el desabasto y el hambre ya llevan años. Se espera que se incremente el desabasto por más sanciones estadounidenses. ¿Es culpa del Gobierno bolivariano o del intervencionismo? De ambos, ya que no pudieron arreglar sus diferencias sin afectar a los ciudadanos. La ayuda humanitaria se está manejando con trasfondo político.

La esperanza es que se convoquen y respeten elecciones "libres", y de esta manera concluya la disputa sin violencia. Sin embargo, está el riesgo de que el lado "perdedor" no acepte los resultados y la crisis siga.

Pensemos ahora en qué tan factible sería que la cuarta transformación siga los pasos del desastre venezolano. Hay que notar que las crisis de los países dependen principalmente de su situación económica...

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