Los caminos literarios del exilio

AutorDaniel de la Fuente

No venimos acá, nos trajeron las ondas...

José Moreno Villa

El nombre de la autobiografía de Vladimir Nabokov, enfocada a su infancia y primera juventud, "Habla, Memoria", pareciera ser el grito que no cesa de los autores que debieron y tienen aún que escribir desde el exilio.

Porque el exilio, ha afirmado Angelina Muñiz-Huberman, se lleva de país en país. Se adquiere el hábito de no parar. Cansa estar en el mismo lugar. La condena debe ser eterna para que fructifique.

"Sin exilio, ¿cuál sería la razón de escribir?", se pregunta sobre la relación entre la patria fantasmal y la creación.

Medio centenar de escritores culminan hoy en la Ciudad una reflexión sobre el exilio y sus distintas derivaciones, como parte de una edición más del Encuentro Internacional de Escritores.

Hablando del exilio, pareciera que se desterran a sí mismos, como añoraba Platón en "La República": pocas ponencias rigurosamente elaboradas, ponentes que no estuvieron a la altura del tema y el poco público que, año tras año, enfatiza que la ciudad no ha terminado de apreciar el evento.

I

Es el argentino Noé Jitrik quien mejor define la condición de estar con el corazón despojado a la fuerza.

"El exilio es, sobre todo, un acontecer de instantes, puntillismo infinito, amenaza de prolongación".

Pero, el exilio, es tan importante para la obra de muchos, que la pregunta certera es qué literatura no ha tratado el tema, advierte R.H. Moreno Durán, una de las voces colombianas más sólidas del continente.

"Ya en el segundo libro del Pentateuco se patenta la palabra: éxodo, fenómeno que le correspondió vivir de principio a fin al Siglo 20. En los dramáticos 70 y 80 se dio el exilio de América Latina a Europa y viceversa, bien por ideas políticas, que hieren profundamente la sensibilidad de un sistema totalitario, o de un emperador o de un rey, o bien por actitudes licenciosas, por la ironía".

Es el caso de Ovidio, señala, cuando su poesía se vuelve subversiva, no por razones políticos, sino por motivos que atentaban contra la "moral" de la época y de Augusto. De allí que el escritor tenga que vivir el exilio.

Para Eliseo Alberto, autor del clásico "Informe Contra mí Mismo", y quien en breve publicará "Dos Cubas Libres" y "La Novela de Mi Padre" (cuyo padre, el poeta Eliseo Diego, al ganar el Premio Juan Rulfo se quedó a vivir en México), el único exilio posible es por motivos políticos. Lo demás, advierte, son desplazamientos, migraciones, viajes.

"No nos confundamos: el exilio es...

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