Cambian de rumbo gracias a los libros

AutorDaniel Santiago

En cualquier momento y en cualquier lugar de la casa o de la escuela puede estar ese libro que cambia el rumbo que lleva tu vida. Así le ha ocurrido a varios autores.

El escritor Eduardo Antonio Parra estudiaba preparatoria decidido a ser físico matemático. No sabía de Gabriel García Márquez, pero en complicidad con un compañero tuvo que leer Cien Años de Soledad.

A Diego Enrique Osorno, periodista, lo marcó a los 7 años la lectura de un reportaje en

EL NORTE sobre el Huracán Gilberto, mientras la imaginación de Trino, el afamado caricaturista, se aceleró cuando a los 10 leyó las historias de Corazón Diario de un Niño, del italiano Edmundo de Amicis.

Los tres participaron ayer en el panel "El libro que cambió mi vida", en UANLeer, moderado por la liberera Claudia Reyes.

"Cuando llegué a la última frase de la novela: 'Porque las estirpes condenadas a 100 años de soledad no tendrán una segunda oportunidad sobre la Tierra...'", contó Parra al público, principalmente jóvenes.

"Cerré el libro y dije 'ya sé lo que...

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