Cambia abstención por solidaridad

AutorLuis López

Pescados, mariscos, granos y verduras abundan en las mesas de esta temporada, ya que, de acuerdo con la tradición católica en viernes de Cuaresma se evita consumir carne. Pero no basta con seguir la costumbre sin detenerse a considerar su origen.

Más que un cambio en la rutina alimenticia, la tradición de la Vigilia debe ser un momento dedicado a la austeridad para acercarse espiritualmente con Dios y ayudar a los necesitados, señala el sacerdote Juan Carlos González.

"Esta época se trata de recordar que no sólo de pan vive el hombre, sino de la palabra que proviene del Señor", explica el Párroco del Señor de la Misericordia, al sur de la Ciudad.

"La idea es comer algo más barato para ahorrar dinero y con eso contribuir a ayudar al necesitado".

Antiguamente, detalla, la carne era un producto más lujoso, por lo que se incentivó en fechas de Vigilia el consumo de un alimento en ese entonces mucho más económico: el pescado.

Sin embargo, en la actualidad la carne es mucho más accesible, mientras que los mariscos son más caros, sobre todo cuando se vive en una zona retirada de la pesca, por lo que alimentarse así durante la Vigilia se aleja de su sentido original.

En vez de únicamente modificar lo que se come, se podría poner en práctica esta tradición cuaresmal cambiando, por ejemplo, una actividad de ocio para realizar una de beneficencia.

Esto no quiere decir...

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