Callejón del Beso: Una historia de amor narrada por un niño

AutorCarla Guerrero

Erick es un niño singular de la ciudad de Guanajuato. Tiene 12 años, pero lleva sólo uno siguiendo la tradición oral que su abuelo y su padre le enseñaron, que consiste en contar la leyenda del Callejón del Beso.

Vestido con una playera desfajada, un pantalón de mezclilla y una gorra puesta al revés, Erick Leonardo Rendón Bustamante aborda a los turistas que van por las faldas del Cerro del Gallo, en un barrio cuya construcción data del Siglo 18.

Su voz chillona resuena en los espacios pequeños que forman las casitas coloniales, y pronto un grupo de personas lo rodea mientras escuchan la historia del Callejón del Beso, un rincón formado por dos balcones separados por tan sólo 68 centímetros, con las paredes pintadas de naranja y sus macetones que asoman malvones rojos y rosas.

"Erase una vez un pobre minero llamado Don Carlos, quien quedó perdidamente enamorado de una hermosa mujer de noble linaje llamada Ana", inicia Erick con el relato.

"Pero su amor era prohibido, pues el padre de ella no creía que su hija era digna del pobre minero, por lo que muchas veces de su vista corrió. Pero su amor era tal que los dos enamorados se las ingeniaban para verse a escondidas asomándose por un par de balcones que los acercaba lo suficiente para darse un beso de amor", narra Erick despertando la curiosidad de quienes lo escuchan.

"En una de sus citas a hurtadillas, el padre de la muchacha los sorprendió besándose de un balcón a otro. Le dijo que si los volvía a sorprender, la iba a matar. A la noche siguiente volvió a pasar lo mismo. El padre, muy enojado, tomó una daga y la enterró por detrás de la espalda de su hija Ana, dándole muerte y fin a esta triste historia de amor", remata Erick con tintes trágicos.

Pero esta leyenda se corona con un consejo. La...

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