Buscan unir fortalezas
| Autor | Alfredo González |
La industria siderúrgica mexicana pugnará por soldar los eslabones de una cadena regional de producción acerera con sus pares de Estados Unidos y Canadá, dentro de la inminente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Guillermo Vogel Hinojosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), confía en que la perspectiva de la renegociación del acuerdo trilateral permitirá competir con una visión regional frente al resto del mundo.
"Para la industria siderúrgica en México es muy importante hacer énfasis hacia una visión regional e integración de las cadenas productivas, lo cual implicará transitar hacia una mayor homologación de nuestras leyes de comercio exterior", anticipa el líder de los acereros mexicanos.
A principios de marzo pasado, el Canciller mexicano, Luis Videgaray, sostuvo una reunión con Gary Cohn, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, en donde anunció que México y Estados Unidos esperan iniciar pláticas formales en junio o julio y concretar la renegociación del TLCAN antes de que termine el 2017.
Sin profundizar en temas de seguridad fronteriza, como la construcción de un muro por parte de la Administración del Presidente Donald Trump, ni la nueva política de deportaciones de Estados Unidos, en el área comercial sólo se puede hablar en lo general, pues aún están en etapas iniciales de negociación.
En ese contexto, para la industria siderúrgica, Vogel destaca que México requiere en este proceso de la adopción de medidas de política pública para reducir las tensiones de mercado que provoca la invasión de importaciones en condiciones desleales.
Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente de la siderúrgica Deacero, dice que al momento de negociar cualquier Tratado, debe tomarse en cuenta que México es un país con economía regida por los principios de mercado, en el cual la oferta y demanda determinan los precios y la demanda autorregula su oferta.
"Esto, a diferencia de otros países que artificialmente pueden regular suministro y precio de los insumos o productos terminados, o que manipulan su moneda para darle ventajas competitivas artificiales a sus productores", afirma.
"Como país debemos asumir una postura firme al momento de negociación para lograr que mediante el Tratado podamos corregir los desequilibrios serios en el mercado norteamericano del acero provocados por la competencia externa desleal y podamos integrarnos mejor con nuestros socios...
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