¡A brincar!

AutorJorge Alberto García

Saltar un trampolín no es cosa de niños, también de atletas.

El Power Jump es un programa de ejercicio cardiovascular que ofrece un entrenamiento sencillo, a través de movimientos de fácil ejecución, transformando el entrenamiento en una actividad efectiva, además de divertida.

Proveniente de Sudamérica, este programa está basado en un minitrampolín con el cual se trabajan, en base a saltos, los grupos musculares del tren inferior del cuerpo, principalmente, y es ideal para moldear las piernas.

Ignacio Martínez García, entrenador del área de aparatos y pesas del Centro de Acondicionamiento Físico Magisterial (CAFM) de la UANL, comenta que por esta razón las mujeres están buscando practicarlo.

"Uno de sus beneficios es que atenúa la celulitis, que es lo que más les interesa a ellas, pero también mejora la circulación sanguínea y fortalece abdomen, piernas, cuadríceps, femorales, glúteos y pantorrillas", explica.

Pasos yoguis, palomas y brincos laterales complementan el tren superior del cuerpo para activar el sistema cardiovascular con mayor rapidez, agrega el entrenador del centro, donde se ofrecen clases de Power Jump.

Además es excelente para perder peso, ya que practicarlo asegura un gasto calórico elevado: se pueden quemar hasta 700 calorías saltando de manera intensa en la cama elástica durante una clase.

"Siempre vas a estar brincando sobre el minitrampolín; al brincar en cualquier superficie hacemos una abdominal hacia arriba, pero en el Power Jump es hacia abajo", dice Martínez.

Al realizar el esfuerzo físico sobre una superficie elástica sin rigidez, se absorbe el impacto, lo que lo hace seguro para las articulaciones.

Vibrante y efectivo

Una pobre condición física no es impedimento para practicarlo, ya que cada quien puede hacer los movimientos en el Power Jump de acuerdo a su propias capacidades, resalta Martínez García.

"El reto es brincar tu propio peso en el minitrampolín y de ahí ir avanzando en intensidad; siempre antes de empezar hacemos un calentamiento de 15 minutos, para favorecer la flexibilidad del cuerpo y evitar las lesiones.

"Posteriormente, iniciamos la clase al ritmo de la música, brincando dependiendo de la duración, la intensidad o los 'beats' de la canción", señala.

Como cualquier otro entrenamiento...

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