Brilla soprano con 'Fausto'

AutorGabriel Rangel

CRÍTICO MUSICAL

Tras una ausencia de casi 70 años, la ópera "Fausto", de Charles Gounod, regresó a los escenarios regios en la primera apuesta de montaje del Mexico Opera Studio en unión con la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey.

La función, única, se presentó la noche del sábado en el Auditorio San Pedro.

Ya la elección de un título tan complejo escénicamente suponía un reto, además de las no pocas exigencias vocales de todo el reparto y el coro. El resultado mostró altibajos, aciertos y áreas de oportunidad.

La propuesta escénica de Rennier Piñero, quien además funge como maestro del Mexico Opera Studio, es una mezcla de los años 60 a los 80, a juzgar por la diversidad de estilos y vestuarios (diseñados por Francisco de Luna) que portaban los personajes.

Además se valió de la multimedia para crear los distintos escenarios, sin embargo, la baja resolución usada en el proyector, hizo que las imágenes proyectadas en los paneles cambiantes que conformaban los múltiples espacios de la trama fueran no muy nítidas.

La iluminación de José Cristerna en ciertos cuadros era excesiva, lo que dio al traste en atmósferas intimistas, como la del tercer acto, en mi opinión, el mejor conseguido de toda la puesta en escena.

El grupo de bailarines, coreografiados por Jaime Sierra aportó asertivamente sólo durante el aria de Mefistófeles "Le veau d'or", mientras que en el cierre del segundo acto era realmente distractor del canto del coro.

Vocalmente la noche fue de Luisa Mordel, como Margarita. Con buena proyección...

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