Bologna, Italia: Disfrute el arte convertido en ciudad

AutorFlorencia Podestá

Fotos: Florencia Podestá

Bologna está libre de la marea de turistas que inunda Italia, dice un latinoamericano que vive aquí desde hace casi 10 años.

Y es así, dice, porque a diferencia de Florencia y Roma, Bologna no favorece el culto de obras maestras aisladas.

"Acá la belleza está difusa capilarmente en el conjunto. Por cierto, que hay cosas extraordinarias, pero en verdad la obra de arte es la ciudad misma".

Y ésa es la sensación que se tiene en esta ciudad que, por donde se la mire, parece haber nacido toda ella de la mente de un solo artista.

El antiquísimo complejo urbano de Bologna se parece mucho a las ciudades ideales que pintaban los maestros del Renacimiento, con sus arcos perfectos, palacios, torres y catedrales dispuestas en una total armonía de perspectivas.

El centro de la ciudad medieval lo señalan las torres Garisenda y Asinelli (construidas en el Siglo 12).

Si sube sus casi 100 metros podrá ver las avenidas que desde allí se irradian rectas como los rayos de una rueda hacia las nueve puertas en la antigua muralla.

Bologna tiene fama de ser una de las ciudades más refinadas, cultas y elegantes del país. Y por si fuera poco, es origen de una cocina legendaria que exportó sus creaciones al mundo.

También la Universidad de Bologna, la más antigua de Occidente con casi mil años de vida, le dio su carácter abierto, joven y cosmopolita que hoy se refleja en una vida cultural intensa y variada.

Dibujo urbano

Algo que llama la atención inmediatamente y que es el sello personal de Bologna son los famosos portici (pórticos o arcos). Algunos residentes aseguran que en Bologna es posible caminar 180 kilómetros sin salir de debajo de los pórticos.

Aunque esta afirmación resulta difícil de probar, es verosímil. Los boloñeses se jactan de no necesitar paraguas en invierno ni sombrilla en verano: las galerías interminables, sostenidas por columnas del Renacimiento, protegen de la lluvia y del sol todo el año.

No son simplemente veredas; más bien parecen patios que prolongan la casa, abiertos al público, con sus pisos de mármol gastados y pulidos por miles de pasos a través de los siglos.

Piazza Maggiore

Nos detenemos a tomar un capuccino bajo un pórtico en la Piazza Maggiore, un espacio totalmente peatonal.

Se considera "centro monumental" de la ciudad; en efecto, es imposible imaginar otro lugar con tal cantidad de edificios, monumentos e iglesias sobre una misma plaza.

En torno nuestro están el Palazzo del Podesté (Siglo 12), el Palazzo...

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