Una bici hará sonreír a estos ojazos verdes

AutorSilvia Ruano

Los ojos verdes de Gerson Elí contrastan con las tonalidades de gris y café que dominan su marginado entorno.

Apenas tiene 5 años, pero cuando habla parece un niño mayor, quizá porque la extrema pobreza y la reciente experiencia de ver su casa desmoronarse arrasada por la corriente crecida del Río Santa Catarina, le dieron otra perspectiva.

"Tengo un hermano chiquito, otro grande y una hermana grande.

"Y a mí si me dio miedo porque primero se metió el agua, luego el lodo y todo se hundió".

A Gerson le gusta platicar aunque sea para recordar el fatídico 14 de octubre y las lluvias que le arrebataron sus posesiones a cientos de familias en Juárez, Guadalupe y Cadereyta.

"Nos fuimos a una iglesia a a dormir, ahí tenían estufa adentro de un cuartito y nos dieron sopa", dice mientras hace de guía en Valle de los Naranjos, el sector donde a su familia se instaló después de ser reubicada.

Ahí trabajan duro para sustituir sus tejabanes con casas de material.

Con sus 5 años, Gerson vive como su joven mamá la angustia de haberse quedado sin nada, con un papá soldador que no consigue trabajo, y sus hermanos: Alexia Nohemí, de 11 años; Ángel Osiel, de 8: y Yahir Jaret, un bebé de seis meses.

"Yo tenía mi estufa, refri, lavadora, una salita, ropero, pero todo se me fue", recuerda Patricia Aguirre, ex vecina del sector de La Reforma en Guadalupe, sudando en el oscuro y asfixiante espacio de su tejabán, mientras seca a su bebé recién bañado.

Gerson también sabe que cuando las autoridades distribuyeron materiales de construcción a las familias, a la suya no le tocó nada, pero como todos los niños espera ansioso que...

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