Berlioz: Fuerza desatada
| Autor | Jaime Hinojosa Vega |
Héctor Berlioz es el más emotivo y profundo de los artistas y de los poetas del siglo 19, proclamó un crítico contemporáneo suyo. Pocos compositores fueron tan honestos en vida y defendieron su punto de vista con tanta ferocidad.
Era un destino atormentado y contradictorio el suyo. Su barca fue batida constantemente por las olas y los vientos, pero en ella había una voluntad inflexible, que a pesar de tener las velas desgarradas, siempre prosiguió su camino hacia el ideal.
Pocos músicos han tenido para el arte una devoción más profunda ni le han sacrificado su vida, como Berlioz, a quien se recuerda en su 150 aniversario luctuoso.
Escribía en uno de sus libros: "La música es a la vez sentimiento y ciencia, exige en quien la cultiva, ejecutante o compositor, inspiración natural y conocimientos que solo se adquieren por largos estudios y profundas meditaciones. La reunión de ambas características constituye el arte".
Berlioz permaneció fiel a su concepción romántica de la belleza con la ruptura de los viejos moldes y la sustitución por formas nuevas, con efectos inesperados en la sonoridad de sus composiciones, los sentimientos indefinidos y misteriosos que la palabra no puede expresar.
Lo que los poetas ensayan con sus versos, él lo intentó en la música con energía, audacia y originalidad que entonces asombraron más a quienes lo apreciaron. La educación musical en Francia, su país natal, distaba de ser tan avanzada a sus concepciones.
El propio Rossini lo tenía como a un innovador peligroso que corrompía la bella simplicidad de los maestros; se le reprochaba el escándalo de la orquesta, los truenos de sus crescendos y se comprende en tal medio que Berlioz no podía encontrar muchos estímulos.
Pero era de los compositores que sabían pasar sin éxitos asido siempre de una irresistible vocación al arte.
Su camino musical
Cuenta Berlioz que hizo sus primeros intentos con la flauta y después recibió en secreto clases de piano y guitarra, de lo que posteriormente fue maestro.
Desde niño estuvo a merced de sus sentimientos y a los 12 años se enamoró de una muchacha mayor que él llamada Estelle, a la que le compuso una romanza, que posteriormente integró a su "Sinfonía Fantástica".
Era hijo de un médico y a los 19 años, su papá lo mandó a estudiar medicina a París.
A la primera disección en el anfiteatro, Berlioz se horrorizó tanto que saltó de la ventana decidido a ser músico.
Entró al Conservatorio como discípulo del compositor Jean-François...
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