Bendiciones multiplicadas

AutorMariana Montes y María Silva

No es lo mismo recibir a un hijo, que a dos ¡o que a cinco! Checa cómo le hacen ellos

EMOCIÓN AL DOBLE

La noticia de que son dos, y no uno, los niños que van a nacer debe anunciarse lo más pronto posible.

Sobre todo para transmitirles a los papás esa alegría, y también para que se preparen en su economía.

En el caso de Alejandro Andrés y Daniel Gerardo Juárez Cantú, de 19 años, sus papás supieron, a través de un eco, que eran cuates.

"La noticia fue de muchísima emoción y sorpresa", comparte Francisco Javier Juárez Saldaña, el papá.

"Ya teníamos un hijo de 3 años, y aunque los consideramos una bendición, también era una preocupación por los gastos".

Actualmente, su economía es estable, pero batalló en los primeros años de matrimonio.

"El gasto fue difícil, más cuando vas iniciando, y dos al mismo tiempo era un niño adicional que atender; además de gastos doble del pediatra, seguro doble, todo era extra, y sí se sintió la diferencia de los gastos que hicimos por un hijo que por dos.

"Los cuates fueron más costosos, porque Daniel se quedó un mes en la incubadora", señala Paco.

Salir con dos también era más pesado: arreglar pañales, leche, juguetes y ropa, aunque Paco, el hijo mayor, les ayudaba.

"Yo los cargué hasta los 10 años, los disfruté mucho", dice Paco sonriendo. "Salíamos y me colocaba a uno en un brazo y al otro, en el otro. Aún ahora lo sigo haciendo. Hace poco fuimos de vacaciones a esquiar y cargaba a uno y luego al otro en la nieve, nos llevamos muy bien".

Como anécdota, Paco recuerda que cuando estaban en el kínder, se intercambiaban las niñas en los ensayos de los bailables y nadie se daba cuenta.

"La directora lo supo hasta el día del festival porque uno de los cuates no quería bailar con la niña. Entonces le dijo que no podía cambiarlo porque no se sabía ese bailable, y el niño confesó que él y su hermano se habían estado intercambiando en los ensayos", cuenta Paco sonriendo.

"Por un tiempo les gustó que los confundieran, pero empezaron las comparaciones. Sobre todo a Dany le molestaba que para identificarlo le dijeran, 'tú eres el travieso', por Daniel El Travieso, pero era una comparación negativa".

Actualmente, Daniel estudia Psicología y Alejandro, Finanzas, y sus rasgos ya no son tan semejantes. Se peinan distinto y cada quien se viste a su gusto, pero su nobleza y forma de ser sigue siendo muy similar, comparte feliz el papá.

A LA QUINTA POTENCIA

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