BENCHMARK / Votar encabritado

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"El que se enoja, pierde".

Y el que decide enojado, también. Una reflexión apropiada ahora que votaremos en medio de un enorme hartazgo social.

Estamos hartos de tantos abusos de funcionarios de todos los niveles y colores. Y, sobre todo, estamos hartos del cinismo de los políticos y de la falta de consecuencias a tanta transa.

Esto es bueno... hasta cierto punto, si el enojo se canaliza productivamente. Pero llevado a un extremo es un peligro: la ira es siempre mala consejera.

La ira convierte a seres inteligentes en reaccionarios. Por ejemplo, recientemente he escuchado de personas que respeto algo parecido a esto: "Urge sacar al PRI y al PAN (o al PRD, póngale los partidos que usted quiera), por eso votaré por fulanito".

Y fulanito es un priista (panista o perredista) de la vieja guardia. Alguien que no consiguió hueso y cambió de partido o se volvió independiente. Alguien quizá con las mismas mañas de sus siglas originales, pero con menos equipo e ideas.

"Es que no se puede estar peor", se dice. ¿Sabe qué? Sí se puede. Imagine que tiene pulmonía y que lo ha atendido un mal doctor. ¿Se cambiaría a otro sin investigarlo? Quizá termine con pulmonía, hipertensión y ansiedad. Sí se puede estar peor.

Los ciencia dice que para cambiar se requiere una insatisfacción positiva.

"Se tienen que cumplir varias etapas para que se cambie con efectos duraderos", explica Carlo DiClemente, sicólogo y profesor de la U. de Maryland. El autor de los libros "Cambiando para Bien" y "Adicción y Cambio" descubrió se requieren 5 etapas para lograr un cambio real:

  1. Pre-contemplación. Se reconoce el problema y se evalúa.

  2. Contemplación. Análisis riesgo/beneficio. Se decide actuar.

  3. Preparación. Establecer metas y prioridades. Crear un plan de cambio.

  4. Acción. Implementar y ajustar según resultados.

  5. Mantenimiento. Consolidar el plan al estilo de vida.

Aunque sus experimentos fueron con fumadores, son aplicables a cualquier sistema. Pero el punto clave es que el cambio duradero es planeado. No es un salto instintivo, es un proceso deliberado.

En el otro lado de la moneda, actuar irreflexivamente al estar enojado puede ser dañino.

"El enojo es quizá la emoción más importante. Representa un foco rojo de que algo debe cambiar. Pero hay que considerar varias opciones al decidir qué hacer", explica el sitio lifehacker.com

Y enlista 20 consejos, siete de ellos sugieren introspección:

  1. Separar la emoción de la acción.

  2. Identificar los "por qués".

  3. Retrasar la...

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