BENCHMARK / Señales que espantan

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"No se hagan bolas, no es contradictorio. No hay que ver un árbol, hay que ver el bosque. Y en el bosque no tengo duda que el sector privado tiene y debe jugar un papel fundamental".

Así intentó explicar Poncho Romo hace unos días la decisión gubernamental de cancelar las licitaciones para alianzas de Pemex con inversión privada. Argumentó que fue un tema aislado al acuerdo de impulso a la inversión que firmaron con la cúpula empresarial.

Romo también pidió que no se juzgara al Gobierno sólo por las decisiones tomadas en Texcoco, Dos Bocas o el Tren Maya. "No vean 3 proyectos como la nación. La nación es mucho, mucho más", dijo.

Pues sí... y no.

Es cierto que el peso específico de estos proyectos en una economía tan grande como la mexicana es pequeño. Pero OJO, porque las inversiones privadas se mueven por señales.

Como en el bosque económico hay millones de árboles, sólo algunos cuantos se aprecian desde lejos. Son las grandes decisiones y la lógica y consistencia en las reglas del juego que impone el Gobierno.

Y la 4T manda señales que espantan.

El patético ejemplo más reciente es la bronca de la CFE de Bartlett contra los contratos para los ductos que traerían el tan necesario gas para que México opere. Porque sin gas el país se atora.

Tomemos el ejemplo de la electricidad.

Las plantas generadoras que utilizan gas son las más competitivas. Por eso hoy alrededor del 55% de la luz en México se produce con gas. Ah, y el gas explica el 75% del precio de la electricidad producida por estas plantas.

Por ende, tener gas competitivo es clave.

Y en México no se produce suficiente porque Pemex es un desastre: su producción de gas ha caído 40% en 4 años. En este período las importaciones crecieron 124% y son ya el 72% del consumo nacional.

Como aquí no producimos suficiente gas, entonces hay que traerlo. Por eso en el sexenio pasado la capacidad de transporte creció 80%. Se invirtieron miles de millones de dólares en gasoductos. Y la CFE no puso ni un peso.

¿Sabe cómo? Dado que el sector eléctrico representa 50% del consumo de gas (Pemex suma 28% más), la CFE realizó contratos de transporte a largo plazo con los inversionistas de los gasoductos. Asegurado el principal cliente, el ducto se construye.

Éstos son los contratos que no le gustan a Bartlett y a AMLO. Buscan pelear algunos costos. Quizá tengan razón, veremos qué dice el arbitraje. Pero, OJO, porque aunque la CFE ganase, México podría terminar perdiendo.

"Son señales que...

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